EL MUNDO
El más amigo no aceptó que haya más amigos en los “países amigos”
Hugo Chávez quería contrapesar con Rusia, China y Argelia la presencia de EE.UU., España y otros países hostiles a su gobierno en el Grupo de Países Amigos, pero no obtuvo el crítico apoyo de Lula.
La salida diplomática se complica en Venezuela. El presidente Hugo Chávez se reunió ayer en Brasilia con su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para tratar de ampliar el “Grupo de Amigos” mediador en la crisis de su país, pero se fue sin conseguir el apoyo de Lula a la iniciativa. “Hemos dejado la solicitud para que más adelante el grupo se amplíe, pero exigimos, sobre todo, que los países que conformen ese grupo reconozcan que en Venezuela hay un gobierno legítimo y democrático”, dijo Chávez. Además, el oficialismo estudia una eventual salida de la mesa de negociación coordinada por la OEA.
El mandatario venezolano, que apenas permaneció cinco horas en suelo brasileño, dijo que hablará con los presidentes de los demás países miembros del grupo y que está dispuesto a recibir a sus enviados especiales. El “Grupo de Amigos” de Venezuela, que tiene como misión apoyar la labor mediadora de la Organización de Estados Americanos (OEA), fue propuesto por Lula, aprobado el miércoles pasado en Quito y quedó integrado por Brasil, Chile, España, EE.UU., México y Portugal. Esos países se han comprometido a respaldar las gestiones del secretario general de la OEA, César Gaviria, para encontrar una salida al conflicto entre el gobierno y la oposición venezolana, potenciado desde el 2 de diciembre cuando comenzó la huelga general organizada por la Coordinadora Democrática, y que ha perjudicado la industria petrolera, corazón de la economía de ese país andino. Pero los países integrantes del Grupo no satisfacían a Chávez: de ellos, EE.UU. y España hicieron guiños al golpe antichavista del 11 de abril del año pasado, México y Portugal han encauzado su diplomacia en una dirección conservadora, Chile se mantiene equidistante y sólo de Brasil podía decirse que mantenía posiciones próximas a la Constitución venezolana. Sin embargo, la ampliación –que hubiera incluido a países altamente irritativos para EE.UU. como China, Rusia y Argelia– no pudo ser. A todo esto, el paro entró ayer en el día 48, la oposición busca apurar la salida de Chávez con elecciones anticipadas, y en lo inmediato, realizar el referéndum consultivo del 2 de febrero.
Chávez aceptó las sugerencias de los diplomáticos brasileños para que el mecanismo de concertación comience a funcionar con los seis miembros originales, con la posibilidad de incorporar en el futuro a otros países.
“Le hemos manifestado a Lula que el grupo debería ampliarse porque hay gobiernos de las Américas, de Europa, del Caribe que quieren ayudar a Venezuela”, dijo Chávez. Así reiteró que espera que “en una segunda etapa” se analice la inclusión de países como Cuba, Francia, China, Rusia, Argelia, República Dominicana y Trinidad y Tobago. El canciller brasileño Celso Amorim dijo que el equilibrio alcanzado en ese grupo “es delicado” e “importante que también estén representados diversas opiniones porque es la única manera de fomentar el diálogo. Yo creo que (Chávez) entendió los argumentos, pero probablemente continuará pensando que deberían participar otros países, aunque decidió dar un crédito de confianza al grupo como está funcionando”, dijo el canciller. Para Amorim, la idea es iniciar un proceso “que trate de desarmar los espíritus en Venezuela para que los venezolanos encuentren una manera de pasar este momento actual dentro de la Constitución, las normas de la democracia, de una forma pacífica”.
Mientras, la oposición venezolana se mantendrá en la mesa de negociación y acuerdos que facilita el secretario general de la OEA, César Gaviria, replicaron ayer sus dirigentes ante el anuncio del presidente Chávez del posible retiro del gobierno. “El gobierno puede tomar la decisión que quiera tomar. Nosotros hemos dicho y lo hemos expresado claramente que nosotros seguimos en la mesa, tenemos la voluntad política necesaria para lograr un acuerdo negociado que nos permita dar una salida electoral a la crisis”, declaró el dirigente Gimoteo Zambrano, uno de los negociadores opositores. Antes de su viaje a Brasilia, sobre la medianoche del viernes, Chávez afirmó que se está “considerando levantar nuestro equipo de esaMesa de Diálogo, porque esa gente que está ahí no da demostraciones ni siquiera de tomar de verdad el carril democrático”.