El presidente de la Cámara de Diputados italiana, Gianfranco Fini, pidió la renuncia de Silvio Berlusconi. El ex aliado del premier italiano advirtió que si Il Cavaliere no dimite, su partido podría retirar a los ministros que están dentro del gabinete. Eso podría agudizar más las tensiones políticas que ya sacuden a Italia.

“Debe tomar la decisión de entregar su dimisión y de decir que la crisis de gobierno está, de hecho, abierta”, afirmó ayer Fini ante unos 10 mil partidarios de su movimiento Futuro y Libertad. Si bien Il Cavaliere no se refirió personalmente al ultimátum de su antiguo socio, políticos cercanos negaron que vaya a renunciar. Según la agencia ANSA, Berlusconi habría dicho a sus colaboradores que si ésa es la verdadera intención de Fini, éste tendrá que votar contra el Ejecutivo en el Parlamento.

“Hay que llegar a una nueva fase de la legislatura, en la que se vuelva a debatir la agenda y el programa, se verifique la naturaleza de la coalición y la composición del gobierno”, reclamó el ex aliado de Berlusconi. En un discurso que llevó casi una hora, el presidente de la Cámara de Diputados advirtió que si no se dan esas condiciones, ordenará que se retiren del gabinete los dos ministros y los tres subsecretarios que le son leales. Aunque Fini nunca dijo que su fracción saldría de la mayoría oficialista en el Parlamento italiano.

Además, desde su tribuna en Perusa (centro), Fini apuntó y disparó contra Il Cavaliere. El líder de Futuro y Libertad lamentó la decadencia moral de la sociedad italiana y la falta de ejemplos por parte de los personajes públicos. Sus dichos aparecen cuando Berlusconi está nuevamente sumergido en un escándalo, después de haber sacado de prisión a una joven marroquí de 17 años. La chica, a la que la prensa bautizó como Ruby Robacorazones, dijo haber participado en varias fiestas en la mansión del magnate de 74 años.

Fini rompió en julio con Berlusconi y abandonó el partido Pueblo de la Libertad (PDL), que habían cofundado un año antes. En su disidencia, lo siguieron 40 parlamentarios, privando a Il Cavaliere de una mayoría absoluta casi automática en la Cámara de Diputados y poniéndolo en dificultades en el Senado. “No estamos en contra de Berlusconi o del PDL. Sencillamente tenemos un proyecto más ambicioso. Nos situamos más allá. Esa página se cerró o se está cerrando porque no ha sido capaz de encarnar deseos y proyectos. La gran revolución liberal nunca ha sido llevada a cabo sino en parte mínima”, remató el antiguo socio del premier italiano.