Desde La Paz

El cuerpo del escritor y dirigente socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz habría sido enterrado en una estancia del ex dictador Hugo Banzer de la Chiquitanía, en el departamento de Santa Cruz. Esta versión la dio Pablo Ovando Justiniano, abogado del coronel Luis Arce Gómez, ministro de Gobierno durante el régimen de Luis García Meza, entre 1980 y 1981. El Ministerio Público creó una segunda comisión de fiscales que operará en esa región del Oriente boliviano para indagar en los datos provistos por algunos ancianos militares represores, encerrados en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro.

“Tras haberle disparado en la sede de la COB (Central Obrera Boliviana), los restos de Quiroga Santa Cruz fueron llevados en una ambulancia al Estado Mayor del Ejército al ministro Arce Gómez, quien pretendía entregarlos a su familia”, dijo su abogado.

Ovando presentó las declaraciones textuales de su defendido, quien el 17 de julio de 1980 habría consultado por teléfono antes de permitir la cristiana sepultura. “Llamé al general Banzer. Le dije ‘mi general, yo devuelvo el cadáver a los familiares de Marcelo Quiroga Santa Cruz, porque yo no ordené que lo maten’. De ahí vino un avión, que era del entonces prefecto de Santa Cruz. Aterrizó en la pista de la Fuerza Aérea y se llevaron el cadáver a Santa Cruz, concretamente a la hacienda del general Banzer, que es San Javier”, según la revelación del abogado.

En la autobiografía de García Meza Yo dictador menciona a simpatizantes del general Banzer (también dictador entre 1971 y 1978) como responsables de la muerte y desaparición de Quiroga Santa Cruz.

Según el fiscal general del Estado, Mario Uribe, la comisión de fiscales de Santa Cruz tiene la finalidad de complementar a la de La Paz, para dar cuanto antes con quien fuera desaparecido 30 años atrás. “Mi autoridad instruyó celeridad porque existen peticiones en ese sentido, inclusive de la misma Cancillería y otras instancias. El Ministerio Público en la medida de sus posibilidades desarrolla este trabajo”, dijo Uribe.

En tres décadas surgieron muchos rumores sobre el lugar donde estaría el cuerpo. Algunos militares dijeron que estaba enterrado a los pies del mástil del cuartel de Miraflores, donde funciona el Estado Mayor; otros bajo una avenida en la zona sur de la ciudad de La Paz; también que estaba en la estancia de un coronel.

A los quince días de su desaparición, los militares entregaron a la viuda y a los hijos de Quiroga Santa Cruz un anillo, un reloj y una caja con las supuestas cenizas del periodista y diputado. Por estudios posteriores se demostró que ese polvo no era del líder del Partido Socialista 1 (PS 1).

“No puedo dar ningún criterio, por eso ayer yo no di ningún dato específico sobre la declaración de Arce Gómez porque, reitero, es un tema delicado y hay que contrastar con la declaración de Luis García Meza, además con otros datos históricos”, dijo el fiscal Isabelino Gómez sobre el relato del abogado de Arce Gómez, alias “ministro de la cocaína”.

La comisión de fiscales también busca los cuerpos de Juan Carlos Flores Bedregal y Renato Ticona. Eran otros de los políticos y sindicalistas que estaban en la COB esa mañana de 1980 para analizar los efectos de la nueva dictadura, cuando fueron acribillados por soldados de García Meza.

En septiembre pasado, Arce Gómez había propuesto negociar información sobre este caso a cambio de aligerar su condena a 30 años sin derecho a indulto. Ante la negativa del Ministerio Público, lo habría hecho gratis.

Un tercer militar quiere declarar sobre el asesinato de Quiroga Santa Cruz. Es el coronel René Veizaga Vargas, otro huésped de Chonchocoro por los crímenes cometidos durante el gobierno de los uniformados.