El payaso brasileño Tiririca, elegido diputado federal con más de 1,3 millón de votos en las elecciones legislativas de octubre, logró leer y escribir en una prueba que hizo ayer ante la Justicia Electoral para comprobar su grado de alfabetización, informaron fuentes oficiales.

Francisco Everardo Oliveira Silva, de 45 años, es un personaje televisivo conocido con el sobrenombre de Tiririca, que se presentó a las elecciones legislativas del mes pasado por el Partido de la República (PR) y fue el candidato a diputado federal más votado en todo el país. Tiririca fue examinado por el Tribunal Regional Electoral (TRE) de San Pablo para demostrar que sabe leer y escribir y, en consecuencia, está habilitado para ocupar un cargo público.

El presidente del TRE de San Pablo, Walter de Almeida Guilherme, declaró que Tiririca realizó los ejercicios de la prueba, pero que todavía “no se puede afirmar que sepa leer o escribir”, pues el veredicto final lo dará el juez Aloízio Silveira, que será el encargado de calificar la prueba.

En Brasil hay millones de personas clasificadas como analfabetos funcionales, que son aquellos capaces de leer o escribir algo, pero sin entender su contenido.

Durante el examen, Tiririca tuvo que leer en voz alta el titular y los subtítulos de las noticias escritas en las dos primeras páginas de un diario brasileño y después tuvo que escribir un breve dictado de un pasaje del libro Justicia Electoral. Una retrospectiva. El diputado electo tuvo que escribir: “La promulgación del Código Electoral, en febrero de 1932, trajo como la gran novedad la creación de la Justicia Electoral”.

El popular payaso había visto peligrar su escaño en la Cámara de Diputados al ser denunciado por el Ministerio Público Electoral de San Pablo, que lo acusó de no saber leer ni escribir. La ley electoral brasileña impide que una persona analfabeta ocupe un cargo público, por lo que, tras salir elegido, Tiririca tuvo que comparecer ayer en el TRE para hacer la prueba. Los eslóganes de campaña del payaso para convencer al electorado incluían frases como: “¿Qué hace un diputado federal? La verdad, no tengo ni idea, pero vote por mí y se lo cuento” y “Vote por Tiririca, peor de lo que estamos no vamos a estar”. Gran parte de los medios de comunicación y algunos sectores de la sociedad civil brasileña censuraron la estrategia electoral del Partido de la República, al que acusaron de desprestigiar la política y servirse de un personaje popular para ganar votos.

Entre las preocupaciones citadas por los críticos del payaso, por su caudal electoral Tiririca podría aspirar a la presidencia de la Cámara baja, colocándose así en la línea sucesoria de la presidenta electa Dilma Rousseff. “No es serio que un payaso represente a Brasil en foros internacionales”, dijo un diputado aliado al gobierno.

Aun así, Tiririca no sólo logró una alta votación, sino que recibió el apoyo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien lo definió como “el rostro de la sociedad brasileña”.