Cuba liberó ayer al primero de los trece opositores que todavía siguen en prisión y que no viajarán a España. El disidente cubano Arnaldo Ramos abandonó ayer la cárcel y se reunió con su familia en La Habana. Dijo que se quedará en la isla para luchar por la democracia.

El obispo auxiliar de La Habana, Juan de Dios Hernández, afirmó en un comunicado publicado en la web del Arzobispado de La Habana que Ramos recibió una “licencia extrapenal por razones humanitarias”, una figura que en otros países equivale a la libertad condicional. La esposa de Ramos, Lidia Lima, festejó la noticia y confirmó que el ex preso político ya estaba en su casa, en el distrito de Centro Habana. Por la tarde, Ramos participó en una misa en el templo de Santa Rita. “Me siento muy contento, quiero demostrar con mi presencia el agradecimiento por todo el trabajo que han hecho por nosotros para nuestra liberación”, declaró el hombre de 68 años, que cumplía una condena de 18 años de prisión. Antes de su detención, integraba el Instituto Cubano de Economistas Independientes.

La Curia cubana informó también que será liberado Luis Enrique Ferrer García pero que, a diferencia de Ramos, se trasladará hasta Madrid. Ferrer, de 38 años, estaba condenado a 28 años de prisión y es miembro del Movimiento Cristiano Liberación del Premio Sajarov de Derechos Humanos Osvaldo Payá. Su hermano, José Ferrer, es uno de los integrantes del “grupo de los 75” que esperan a ser liberados.

Amnistía Internacional considera a Ramos y a Ferrer como prisioneros de conciencia y pertenecen al grupo de los 75 opositores que fueron encarcelados en lo que denominaron la “Primavera Negra” de marzo de 2003. En ese entonces, recibieron penas que trepaban hasta los 28 años de cárcel y las autoridades socialistas de la isla los acusaron de ser mercenarios al servicio de los Estados Unidos.

En julio, Raúl Castro se reunió con los representantes de la Iglesia cubana y el ex canciller español, Miguel Angel Moratinos, y anunció la excarcelación de los 52 presos de ese grupo que todavía seguían tras las rejas. El régimen cubano puso un plazo máximo de cuatro meses para las liberaciones, que se venció el pasado domingo 7. Según el arzobispado de La Habana, ya son 55 los opositores que aceptaron salir de la cárcel, contando a Ramos y a Ferrer.

“Es una gran alegría, algo maravilloso. Esperábamos con mucha ansiedad el 7 de noviembre y quedó un nudo completamente apretado, que ahora se ha empezado a de-satar con la liberación de Arnaldo. Se comenzó a aflojar el nudo y esperamos que en los próximos días se irán liberando los doce que faltan”, celebró Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, una organización que aglutina a esposas y familiares de los disidentes encarcelados. “Es un paso positivo, un poco demorado. Hace esperar que los otros van a ser rápidamente liberados. Esto hablaría a favor de la credibilidad del gobierno, que, aunque tarde, está cumpliendo su palabra”, añadió el economista Oscar Espinosa, que fue puesto en libertad en 2004 por motivos de salud.