La cumbre de dos días de la OTAN reunió desde ayer en Lisboa, Portugal, a gobernantes y delegaciones de alto nivel de medio centenar de países, que van a decidir el futuro de la Alianza Atlántica y el calendario de la transición en Afganistán. La conferencia se celebra bajo las más estrictas medidas de seguridad que se han visto jamás en Lisboa. La vigilancia adoptada en los últimos tres años para varias cumbres de la UE, Africa e Iberoamérica parece pequeña ante el despliegue de esta cumbre, que involucra a unas diez mil personas.

Replegarse de Afganistán y transferir la seguridad a las autoridades locales, desplegar, con ayuda de Rusia, un escudo antimisiles y luchar, con menos recursos, contra los nuevos enemigos como el ciberterrorismo o la piratería son algunos de los nuevos objetivos planteados ayer por la OTAN en la cumbre de Lisboa.

La presencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que fue de los primeros gobernantes en llegar ayer a la capital lusa, se considera extraoficialmente una de las principales razones para estas grandes medidas de seguridad, sin precedentes en Portugal. Antes que Obama, el primer invitado de alto nivel en llegar a Lisboa fue, el jueves, el presidente afgano, Hamid Karzai, que protagoniza una de las pocas reuniones bilaterales previstas del presidente de Estados Unidos y participará en la reunión especial que dedica hoy la OTAN a preparar la salida escalonada de las tropas internacionales de su país.

Además de esta reunión con los 28 miembros de la Alianza y los otros 20 países con tropas en Afganistán, Lisboa albergará también en estos días una cumbre entre Rusia y la OTAN y otra entre Estados Unidos y la Unión Europea, para cuya celebración ya se encuentra en Lisboa el presidente de la comisión, José Manuel Durao Barroso.

El actual jefe del Ejecutivo portugués, José Sócrates, acudió a la sede de la conferencia en un automóvil eléctrico como muestra de apoyo a la política comunitaria de reducción de emisiones contaminantes. Sócrates, cuyo país lanzó ya el año pasado una red de recarga de esos vehículos y firmó un convenio con la multinacional Nissan para fabricar baterías, realizó las primeras reuniones de la cumbre con el secretario de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, al que ofreció mayor cooperación militar en Afganistán.

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, que también llegó a la capital lusa junto con Obama, tuvo ayer un primer contacto con sus anfitriones del gobierno portugués, tras el que confirmó la aspiración norteamericana de que la seguridad de Afganistán sea transferida a Kabul en 2014.

La cumbre tiene lugar en el recinto de la Feria Internacional de Lisboa (FIL) donde se reunieron los gobernantes, a partir de las 16.30 GMT. Poco antes de esa hora llegaron a Portugal las delegaciones de España, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia y también la de Rusia, que encabeza su presidente, Dimitri Medvedev.

Sócrates, en calidad de anfitrión, inició la apertura de la cumbre destacando que la OTAN es una “institución esencial para la paz democrática” y ha contribuido decisivamente al mantenimiento de la estabilidad durante sus 61 años de existencia. El primer ministro luso aseguró, ante los jefes de Estado y de gobierno reunidos en la cumbre, que esta cita supondrá un punto de inflexión en la evolución de la Alianza. “Reforzará la capacidad para intervenir en las crisis que pongan en peligro la seguridad de sus miembros”, apuntó.

Por su parte, el secretario de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, inauguró la cumbre de la Alianza Atlántica que quiere adaptar la organización a las necesidades del siglo XXI y abrir una nueva etapa de diálogo y cooperación militar con Rusia. Rasmussen aseguró que el nuevo escudo antimisiles, que podría costar cerca de 1000 millones de dólares, será clave para la futura “arquitectura de seguridad euroatlántica”.

“Hay una amenaza clara. Las capacidades para defendernos de ataques con misiles, por parte de terceros países, existen y podemos permitirnos financiar ese sistema”, aseguró el danés.

Obama a su vez defiende un compromiso a largo plazo con Afganistán. “En la cumbre esperamos que nuestros aliados y socios reafirmen su compromiso duradero para facilitar un proceso de transición sostenible mediante el anuncio de más efectivos para el entrenamiento de las fuerzas afganas y exponiendo su apoyo a largo plazo a Afganistán a través de la Declaración de Cooperación OTAN-Afganistán”, explicó en un artículo publicado ayer en un diario portugués.

“Todos juntos, incluyendo a España, podemos conseguir que las fuerzas de seguridad de Afganistán incrementen su capacidad y puedan asumir su responsabilidad de defender al pueblo afgano frente a amenazas externas e internas. Obama insistió en que contribuir a que el país asiático sea más estable y más seguro es de vital importancia para Estados Unidos y la seguridad europea. “Al Qaida sigue siendo la amenaza terrorista número uno de Europa y los líderes de la red terrorista siguen manifestando su intención de atacar Europa y Estados Unidos”, escribió Obama.

“Esto va a llevar tiempo y nuestro compromiso con Afganistán es a largo plazo. No podemos darle la espalda al pueblo afgano, como antes”, señaló el mandatario estadounidense.