Desde Milán

Silvio Berlusconi ha sido llamado por los magistrados para responder a acusaciones de prostitución de menores y corrupción. La noticia de la investigación judicial llegó menos de 24 horas después de que los jueces supremos anularan la inmunidad de la que gozaba del magnate de los medios para no ser procesado. Berlusconi está sospechado de haber tenido relaciones sexuales con una prostituta menor de edad y abusar de su poder en funciones, según una filtración de la Corte, informada por el diario Corriere della Sera.

La prostituta, una bailarina de la danza del vientre, marroquí, Karima “Ruby” El Mahroug, que tenía entonces 17 años, estaba en el centro del escándalo que envolvió al primer ministro en el otoño cuando surgieron las afirmaciones de que él había organizado lo que luego se conocieron como las fiestas “bunga bunga” en su mansión Arcore en las afueras de Milán, donde se contrataban a docenas de jóvenes prostitutas para orgías después de comer. En Italia, la edad de consentimiento es 14 años. Sin embargo, el hecho de pagar para obtener sexo con alguien menor de 18 es un delito que contempla una sentencia de hasta tres años de cárcel. Ruby El Mahroug ha negado haber tenido relaciones con Berlusconi.

Más serias, sin embargo, son las afirmaciones de los fiscales de que el primer ministro abusó de sus poderes cuando llamó a la policía de Milán la noche del 27-28 de mayo para pedir la liberación de El Mahroug después de que ésta fuera arrestada por sospecha de robo. Una condena por abuso de poder podría contemplar una sentencia de hasta 12 años de prisión.

En octubre se informó que Berlusconi había telefoneado a la policía de Milán y había dicho que la chica marroquí era la nieta del presidente egipcio Hosni Mubarak. La magistrada en crimen juvenil de Milán, Annamaria Fiorillo, insistió más tarde en que ella no había autorizado la liberación de la chica. Dijo que le había dicho a la policía en ese momento: “Si es la nieta del presidente Mubarak, entonces yo soy la reina Nefertiti”.

Los fiscales sostienen que él intervino –y abusó de su poder– para que fuera menos probable que ella hablara sobre sus supuestas noches de orgías, donde a las jóvenes se les pagaba 5000 euros por vez. Según el Corriere della Sera, Berlusconi habría querido “esconder el hecho de haber sido cliente de una prostituta menor de edad durante numerosos fines de semana en Arcore, asegurar la impunidad por este delito y evitar que sean conocidos los detalles de fiestas organizadas en su residencia”. Al Cavaliere no le hubiera gustado estar enredado en este nuevo escándalo sexual luego del caso Noemi en 2009, que provocó la demanda de divorcio de su esposa Veronica Lario.

Los abogados de Berlusconi, Niccolo’ Ghedini y Piero Longo, condenan la investigación de los magistrados de Milán, diciendo que representa una “interferencia muy seria en la vida privada del primer ministro que no tiene precedentes en la historia judicial del país”.

“La nueva investigación del primer ministro por los magistrados de Milán parece tan absurda e infundada en términos de los hechos y la ley, que no merecería un comentario”, dijeron. Sin embargo, la agencia de noticias Ansa informó ayer a la tarde que Berlusconi ya había sido llamado por los magistrados para presentarse para ser interrogado más adelante este mes.

Después de que la Corte Constitucional debilitara la protección de inmunidad de Berlusconi el jueves, ya se estaba enfrentando a la perspectiva de regresar a la Corte con otros cargos. Bajo la atenuada legislación, el primer ministro sólo puede evitar las apariciones en la Corte citando tareas gubernamentales con el permiso del magistrado del juicio.

En un juicio que debe recomenzar, está acusado de sobornar al abogado David Mills, el marido de Tessa Jowell, la ex ministra de Gran Bretaña con 600.000 dólares para mentir bajo juramento. También enfrenta cargos de fraude fiscal. Sin embargo, poca gente espera una condena definitiva por estos cargos o por el “affaire Rubygate”, bajo el intrincado sistema legal de Italia.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.