EL MUNDO › TRAS LA REPENTINA VUELTA A SU PAíS, EL DICTADOR FUE DETENIDO Y LLEVADO ANTE LA FISCALíA PARA DECLARAR
La fiscalía de Haití acusó a Duvalier de corrupción y malversación de fondos durante el régimen que lideró, entre 1971 y 1986. Los cargos no mencionan delitos de lesa humanidad, un reclamo de las organizaciones de derechos humanos.
Dos días después de regresar sorpresivamente a Haití, el dictador Jean Claude Duvalier fue detenido y llevado a declarar ante la Justicia. La Fiscalía acusó a Baby Doc de corrupción y malversación de fondos durante el régimen que lideró entre 1971 y 1986. Horas más tarde, uno de sus abogados, Gervais Charles, dijo que Duvalier “está libre, pero a disposición de la Justicia”.
En medio del hermetismo que rodeó la presencia de Duvalier en el país caribeño, el aumento de efectivos de la policía nacional en la puerta del hotel Caribbean, donde el dictador se aloja con su esposa y su comitiva, fue el primer indicio de que el gobierno haitiano decidió actuar.
Al mediodía, miembros de esa fuerza acompañaron al juez Gabriel Ambroise y al fiscal Aristidas Auguste a la suite de lujo del autócrata. Dos helicópteros comenzaron a sobrevolar el área constantemente.
Los únicos datos certeros que trascendieron de esa visita es que los funcionarios judiciales permanecieron poco más de una hora en la suite y que, al salir, se llevaron a Duvalier a la sede transitoria de la Fiscalía de Haití, que funciona en las oficinas de la estadounidense Usaid (United States Agency for International Development, agencia para el desarrollo internacional), luego de que las oficinas centrales hayan sido destruidas durante el sismo del año pasado.
La calle se convirtió en escenario de la batalla entre odas y repudios al ex mandatario. Grandes grupos de seguidores y detractores de su figura siguieron la caravana de autos hasta la Fiscalía. Allí fue interrogado sobre la apropiación de fondos públicos durante su mandato. La información fue ratificada por Charles. No obstante, el abogado explicó que su cliente no está detenido y que, a su juicio, de acuerdo con la Constitución haitiana, no hay elementos para hacerlo.
Baby Doc, quien volvió a su tierra natal después de un exilio de 25 años, está sospechado de desviar en su provecho más de 900 millones de dólares. En 1991 se presentó en Haití una demanda en su contra por el supuesto robo de 800 millones que al parecer tenía en distintos bancos de Estados Unidos, Suiza y Francia.
Sin embargo, los cargos del Estado haitiano no mencionan delitos de lesa humanidad por parte del dictador, exigencia principal de organismos nacionales e internacionales defensores de los derechos humanos. Duvalier gobernó Haití de 1971 a 1986 como sucesor de su padre, quien lo había hecho desde 1957. Su mandato estuvo marcado por los asesinatos cometidos por las milicias gubernamentales de los Tonton-Macoutes y por el despilfarro de los fondos públicos.
La comunidad nacional e internacional considera a ambos regímenes como los más crueles de la historia independiente del país. Sus cálculos revelan que padre e hijo mandaron a asesinar a alrededor de 60 mil personas.
Al respecto se manifestó Amnistía Internacional. “Este histórico arresto es un bienvenido primer paso”, apuntó el asesor especial del organismo internacional, Javier Zúñiga, quien luego agregó: “Ahora es necesario abarcar con la Justicia las amplias violaciones sistemáticas de los derechos humanos, incluidas la tortura, las detenciones arbitrarias y desapariciones forzosas que Duvalier perpetró con su aparato de seguridad”.
El director ejecutivo de la Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos (Rnddh), Pierre Esperance, opinó: “Duvalier fue el cabecilla de muchos crímenes contra la humanidad que se cometieron entre 1971 y 1986. La tortura, la detención arbitraria, el asesinato y la ejecución sumaria. Son crímenes que no prescriben. Debe ser juzgado”, aseveró.
Para Estados Unidos, el regreso causó sorpresa. “El hecho de que llegue en medio de una situación tan delicada se convierte en una complicación más para Haití”, consideró el vocero de Relaciones Exteriores estadounidense, Philip Crowley. La incertidumbre también fue protagonista de las consideraciones que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó sobre el tema. La reacción de la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, fue escueta y un tanto confusa: “El inesperado regreso abre muchos interrogantes sobre la impunidad y la rendición de cuentas de sus años de mandato”, señaló respecto de Duvalier sin dar más explicaciones.
Luego de declarar y recibir las acusaciones, Duvalier abandonó el Palacio de Justicia en libertad. Se presumía que iría nuevamente a su habitación en el Caribbean y allí se refugiaría. Fuentes extraoficiales indicaron a la prensa internacional presente en Haití que Duvalier no se siente bien de salud, por lo que la conferencia de prensa prometida desde su arribo al país podría seguir demorándose. El otrora embajador de su gobierno y actual vocero, Robert Sterling, destacó que el dictador quería concretar un encuentro con los periodistas para realizar una autocrítica de manera pública. “Quería pedir perdón al pueblo de Haití por los crímenes ocurridos durante su mandato”, aseguró Sterling.
El futuro de Baby Doc en tierra haitiana es incierto. Puede que Duvalier se quede en Haití bajo un proceso judicial en su contra, lo que no quiere decir que cumpla esa estadía tras las rejas. La otra chance es que mañana, tal como predijo el lunes el embajador de Francia en Haití, Didier Le Bret, regrese a la Costa Azul europea.
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