Los delegados de los seis miembros del recientemente conformado “Grupo de Amigos” de Venezuela comenzaron ayer sus gestiones en suelo venezolano para ayudar a superar la crisis política que atraviesa ese país, en huelga general desde hace 61 días por tiempo indefinido, y obtuvieron la promesa del sector universitario de levantar el paro. El Grupo de Amigos fue una iniciativa del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, integrado por Brasil, Chile, México, Estados Unidos, España y Portugal, cuyos representantes sostuvieron ayer una reunión con la Conferencia Episcopal de Venezuela, y los delegados acudieron a una reunión con el presidente Hugo Chávez, antes de sus encuentros con grupos opositores. Paralelamente, en las calles de Caracas cientos de miles de opositores marcharon bajo el lema: “Con mis medios no te metas”, en defensa de los medios de comunicación.