Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están cumpliendo con su promesa de liberar a cinco rehenes que estaban en su poder. El concejal colombiano Armando Acuña y el infante de Marina Henry López Martínez llegaron ayer como hombres libres al aeropuerto de Florencia (sur) en un helicóptero brasileño. Acuña pidió al gobierno de Juan Manuel Santos que iniciara el diálogo con la guerrilla para poner fin al conflicto que desangra a Colombia. Las liberaciones terminarían el domingo.

Acuña, un concejal del Partido Conservador de 48 años, descendió del aparato vestido con un impecable traje gris y corbata rosada, a pesar del calor y del hecho de venir de la selva, y levantó las manos en señal de victoria. Después tomó una camiseta amarilla y se dirigió hacia los periodistas congregados para agradecerles su presencia y, en una improvisada alocución, pidió el diálogo entre el gobierno y las FARC y dijo: “Hay que seguir luchando por la liberación de todos los rehenes”. López Martínez, en cambio, estaba visiblemente emocionado y se retiró escoltado por las fuerzas de seguridad sin tomar contacto con la prensa.

Tal como estaba previsto, los dos rehenes fueron entregados por las FARC a la misión humanitaria en una zona rural del selvático departamento de Caquetá, según confirmó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) horas antes de la llegada de los liberados al aeropuerto.

La primera en referirse a la noticia fue Nuria Segura, la esposa de Acuña. “Me dijo que estaba bien, preguntó por su mamá y dijo que nos veamos acá”, declaró Segura, quien lo espera en Bogotá junto a sus tres hijos.

Segura se encontraba al aire en un programa de la televisora City TV cuando recibió la llamada de su esposo.

Poco después, el concejal dio declaraciones a una radioemisora de su región del Huila y anunció que trabajará por la paz de Colombia. “El gran propósito, la propuesta que llevo, una vez que ya me encuentre en libertad, es convocar a todos los colombianos a la unidad por la paz y la reconciliación”, dijo al resaltar que había vivido “en carne propia los rigores de la guerra”.

El operativo de liberación de rehenes concluirá el domingo, cuando está previsto que sean liberados el mayor de la policía Guillermo Solórzano, secuestrado el 4 de junio de 2007, y el cabo del ejército Salín Sanmiguel, secuestrado desde el 23 de mayo de 2008. Las FARC entregaron a los dos hombres a una misión conformada por la ex senadora Piedad Córdoba, delegados del CICR y un miembro de la organización civil Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), quienes se trasladaron a bordo de los dos helicópteros provistos por el gobierno de Brasil.

Acuña fue secuestrado el 29 de mayo de 2009 en esa localidad por guerrilleros que, a plena luz del día, ingresaron a la sede del concejo municipal y se lo llevaron. En esa acción murieron dos vigilantes, un policía y dos soldados. Por su lado, el infante de Marina López Martínez fue secuestrado hace casi nueve meses, el 23 de mayo de 2010, cuando una patrulla de la Armada de la que formaba parte fue emboscada por las FARC en Caquetá, con un resultado de diez militares y dos rebeldes muertos.

Estas liberaciones siguen a la entrega del también concejal Marcos Baquero, el último miércoles, cuando comenzó el operativo humanitario por el que se espera que el domingo regresen a la libertad otros dos secuestrados, según el compromiso de las FARC. “Como institución humanitaria imparcial, neutral e independiente, el CICR reitera su disponibilidad para facilitar la liberación de otras personas en poder de grupos armados”, concluyó la portavoz del CICR tras anunciar el éxito de esta segunda fase del operativo.

Por su lado, el jefe del CICR en Colombia, Christopher Benes, agradeció en nombre de la organización el apoyo logístico recibido del gobierno de Brasil, así como las contribuciones del gobierno de Colombia, de la ex senadora Piedad Córdoba y de las FARCEP en la realización de esta misión humanitaria.

Además de los cinco que serán liberados esta semana, las FARC mantienen como rehenes a otros 16 policías y militares que considera “canjeables” por sus guerrilleros presos. Ayer, Córdoba reiteró su confianza en que ese grupo de secuestrados, algunos de ellos desde hace más de una década, pueda quedar en libertad para mediados de este año. “Tratamos y buscamos que sea una sola entrega de los restantes que quedan en poder de las FARC. Póngale la firma que lo logramos”, dijo la ex parlamentaria liberal en una entrevista con la radioemisora Caracol. Desde 2007, Córdoba ha mediado en la liberación de quince rehenes de las FARC.