Motivados por las recientes demostraciones de fuerza política por los vecinos de Egipto, los manifestantes en Medio Oriente y Africa del Norte tomaron las calles de muchas ciudades para manifestarse por un cambio. En Yemen hubo muertos y mítines a favor y en contra de Saleh. En Bahrein hubo por primera vez un choque religioso entre chiítas y sunitas.

El ejército yemení abrió fuego contra manifestantes, matando a cuatro de ellos al norte de Saná, mientras que en el resto del país centenares de miles de personas se movilizaron a favor y en contra del presidente Alí Abdalá Saleh. Dirigentes opositores que exigen la renuncia de Saleh, quien gobierna el país desde hace 32 años, consideraron que lo ocurrido prueba que el presidente rechazó una propuesta de la oposición para abandonar el poder antes de fin de año y así salir de la actual crisis. Otros siete manifestantes resultaron heridos en esta marcha organizada por rebeldes zaiditas, miembros de una rama del chiísmo que combate contra el régimen desde 2004, y que se sumaron a la movilización contra Saleh el 21 de febrero. En Saná, la jornada se caracterizó por dos manifestaciones y plegarias hostiles y favorables al régimen del presidente Saleh.

En la ciudad de Hamad, Bahrein, se enfrentaron ayer manifestantes de la mayoría chiíta y sunitas provocando un número aún indeterminado de heridos, en lo que se transformó en la primer lucha religiosa desde que comenzaran las protestas antigubernamentales hace dos semanas. Los residentes de la ciudad precisaron que un grupo de chiítas se enfrentó no sólo a sunitas, sino también a bahreiníes de ascendencia siria.

Los reclamos centrales son por una reforma política profunda y un mejor acceso de los chiítas a puestos de trabajo públicos, ya que se sienten discriminados y de “segunda clase”. Asimismo, reclaman una serie de cambios económicos y sociales que mejoren la pésima situación por la que atraviesa gran parte de la población. Las tasas de desocupación y pobreza son muy altas.