EL MUNDO
› RUMSFELD PROCLAMO EL FRACASO DE LA VIA DIPLOMATICA CON SADDAM HUSSEIN
Arengando a la vieja y a la nueva Europa
El Secretario de Defensa norteamericano Donald Rumsfeld dio ayer por “fracasados” los esfuerzos diplomáticos para desarmar a Irak a lo largo de los últimos 12 años y dijo que “el momento crucial” ha llegado. Rumsfeld se reunió durante una hora con el primer ministro italiano Silvio Berlusconi y con su homólogo Antonio Martino, antes de dirigirse a la base estadounidense de Aviano, en el nordeste de Italia, donde aseguró a las tropas que la guerra contra Irak “puede durar seis días o seis semanas, pero no seis meses”. El secretario de Defensa agradeció a Berlusconi su apoyo a Estados Unidos en la crisis y, haciendo honor a su fama de halcón, advirtió a las Naciones Unidas de que “su credibilidad está en juego’, si no se apresuran a tomar medidas contra Saddam. Pero la posición estadounidense volvió a ser confrontada por Alemania y Rusia –que se opusieron a una segunda resolución contra Irak– y por Francia, cuyo presidente Jacques Chirac reiteró que “la guerra no es inevitable”.
Roma vivió ayer una apretada jornada política con la crisis de Irak como telón de fondo. Poco después de que el secretario de Defensa norteamericano se entrevistara con Berlusconi, el ministro de Exteriores alemán Joschka Fischer era recibido en audiencia por el Papa, con el que analizó la grave situación y el margen de maniobra que existe aún para intentar una mediación diplomática con Saddam. Rumsfeld dejó claro que no existe dicho margen. La visita a Roma del secretario de Defensa, camino de la base de Aviano, la instalación militar más importante de su país en suelo italiano, y sus propias palabras sirvieron para confirmar que la paz no cuenta prácticamente con ninguna posibilidad. Al contrario, vino a decir Rumsfeld, el mundo (Estados Unidos) ha tenido mucha paciencia con Saddam. “Hemos probado con la diplomacia durante 12 años sin resultados -dijo–; después hemos intentado las sanciones económicas durante otros cinco años, sin lograr que Saddam procediera a la destrucción de su arsenal. Tampoco han funcionado la declaración de las zonas de exclusión aérea, ni el programa de comida por petróleo. “Lo único cierto es que puede ser mucho más devastador no actuar que actuar”, añadió.
Rumsfeld admitió que la intervención no será un paseo. “Se necesitará más de un bombardeo aéreo para impedir a Irak utilizar sus armas de destrucción de masa, nucleares, químicas y bacteriológicas”, dijo. Prueba de que Saddam posee este tipo de armas “es que las ha utilizado contra su propia gente: ha invadido a varios países vecinos y ha amenazado con desestabilizar a otros”.
El jefe del Pentágono agradeció públicamente a Italia, en nombre de la Casa Blanca, “el apoyo a la lucha global contra el terrorismo” y a Berlusconi, en particular, “su liderazgo” en la gestación del documento firmado por ocho países europeos) en el que se expresa la determinación de desarmar a Irak. Rumsfeld recordó también el documento análogo firmado por 10 países europeos ex comunistas.
El secretario de Defensa se vio obligado a explicar las razones que lo llevaron el pasado miércoles a colocar a Alemania junto a Libia y Cuba, como naciones que no cooperarán en el desarme de Irak. “Estados Unidos no coloca en el mismo plano a Alemania, Libia y Cuba” –dijo Rumsfeld–, pero es un hecho que estos tres países están en el grupo de los que se oponen a una intervención militar en Irak. En todo caso, reconoció que su comentario ha podido ser malinterpretado “a propósito”.
Lo cierto es que en Alemania, siguiente etapa de la gira europea del ácido jefe del Pentágono, no lo esperan con los brazos abiertos, sobre todo porque fue el propio Rumsfeld el que no hace mucho aludió despectivamente a Alemania y a Francia, sus dos grandes oponentes en el tema iraquí, como a “la vieja Europa”.