Los militares están nerviosos en Uruguay. Ayer trascendió que un supuesto grupo de uniformados que integran el autodenominado Ejército Nacional Libertador estaría dispuesto a llevar a cabo operaciones militares para liberar a los represores que están presos por crímenes cometidos durante la dictadura. El gobierno no lo confirmó y le restó importancia.

Tres hombres encapuchados. El del medio lee la proclama. Usan ropa de fajina. Los que hablan serían militares uruguayos que exigen impunidad para aquellos que violaron los derechos humanos durante el régimen militar que gobernó entre 1973 y 1985. La situación para los militares está complicada en el Uruguay, según informa en su primer comunicado el comando Honor Dignidad del Ejército Nacional Libertador. Especialmente, les preocupa una supuesta de- sarticulación de las Fuerzas Armadas y la situación de los detenidos, que no superan la docena.

En la parte operativa de la resolución, los presuntos militares anunciaron que iniciarán operaciones en el territorio uruguayo para asegurar el estricto cumplimiento de lo dispuesto en la Constitución. Pero además prevén asegurar la liberación de los supuestos “presos políticos”, categoría detrás de la que esconden a los represores. “Se resuelve actuar a favor de nuestros camaradas presos por el enemigo en el territorio nacional y en el extranjero, persiguiendo y castigando a sus elementos constitutivos”, informan y cierran la declaración con la proclama: “¡Libertad o muerte! ¡Viva la patria!”.

Semanas atrás apareció en escena el Foro Libertad y Concordia, que tiene la misma prédica que este comando armado. Pero desde esa agrupación progolpista salieron a desvincularse de los encapuchados. “Esta puede ser otra maniobra más para intentar desprestigiar al Foro”, dijo el coronel retirado José Carlos Araujo.

El gobierno de José Mujica informó sobre el contenido del video a ex presidentes, a líderes políticos, a la Suprema Corte de Justicia y a los mandos militares. Según pudo averiguar Página/12, hace dos semanas que el Ejecutivo está investigando quién está detrás de esta amenaza. Aunque el ministro de Defensa, Luis Rosadilla, declaró ayer: “No hay un solo militar en actividad que pueda llevar eso adelante”. Abordado por la prensa, el funcionario remarcó: “Si supiera que hay militares en actividad involucrados, no hago investigación administrativa, los paso a la Justicia”.

Los organismos de derechos humanos no quisieron entrar en el juego de los uniformados. “Se trata de algunos trasnochados. Parece que son oficiales jóvenes, que pueden ser hijos o familiares de los represores”, comentó a este diario Baldemar Taroco, de la Asociación de Ex Presos Políticos Crysol. “Se olvidan de que están en democracia y vuelven a agitar viejos fantasmas”, se indignó el sobreviviente de la dictadura uruguaya.

Informe: Luciana Bertoia.