La realización en paz de las elecciones presidenciales del domingo en Haití era celebrada ayer como un triunfo tanto por la comunidad nacional como por la internacional, pero la candidata Mirlande Manigat denunció públicamente que su contrincante Michel Martelly pagó a autoridades de mesa para que hagan fraude.

El veedor de la OEA-Caricom Cristóbal Dupuy dijo que el organismo prefiere esperar a ver qué surge del conteo de los votos, cuyo resultado provisorio estará listo el 31 de marzo.

Manigat aclaró que a pesar de su denuncia no da por perdida la elección y que espera el resultado del recuento de votos, pero a la vez aseveró que colaboradores de Martelly entregaron viandas de comida a autoridades electorales, pero “debajo de la comida pusieron dinero, para comprarlos”.

La catedrática, de 70 años, dijo que no iba a hacer una denuncia judicial pero sí ante el Consejo Electoral Provisional (CEP), y adelantó que ya había hablado del tema con dos embajadores, a quienes no identificó.

Manigat tampoco explicó si los casos a los que se refiere ocurrieron sólo en la capital y puntualizó que el domingo quiso iniciar una causa y “no había jueces disponibles”. Respecto de cómo se enteraron sus colaboradores de la presunta maniobra, indicó que se lo informaron “dos periodistas” y algunos fiscales. Sobre estas supuesta irregularidades, el jefe de campaña de Martelly, el español Antonio Sola, dijo que “no hay ningún comentario para formular”.

Aparte de este anuncio de Manigat, el tema predominante ayer era la tranquilidad que se vivió en la jornada electoral y la realización misma del comicio, cuestión que es considerada por analistas políticos como un triunfo del país y de la cooperación internacional contra las adversidades que suelen castigar a la nación más pobre de América.

La participación en el ballottage no fue cuantificada oficialmente por el CEP, pero distintas fuentes –tanto de autoridades internacionales como de los dos comandos de campaña– estiman que al menos 30 por ciento de los empadronados concurrió a votar, lo que representa cinco puntos porcentuales más que en la primera vuelta.