Con la puesta en libertad de 37 presos cubanos que llegaron ayer a Madrid, Cuba puso fin al proceso de excarcelaciones de presos de conciencia iniciado en julio del año pasado. Las liberaciones forman parte de un acuerdo entre el gobierno de Raúl Castro y la Iglesia Católica.

En total, desde julio de 2010, 115 ex presos políticos cubanos han llegado a España, acompañados de 647 familiares. Estos comprenden 40 ex prisioneros del grupo de 75 disidentes acusados y condenados por otros delitos. Los 37 excarcelados y los 209 familiares que arribaron ayer con los que la prensa no se pudo contactar fueron trasladados en unos 15 autobuses a centros de “acogida en distintos puntos de España” por las ONG encargadas de ello por el gobierno. Con ellos viajó Orlando Fundora, que forma parte del grupo de 75 opositores detenidos en 2003 y fue liberado en 2004 por razones médicas. Fundora salió del aeropuerto en una ambulancia y en aparente buena forma. Fundora y otro ex preso, “por razones médicas”, permanecen en un hotel en Madrid.

De los 115 llegados a España, seis de ellos ya se trasladaron a vivir a Estados Unidos, a Chile, a Canadá y a la República Checa. Quienes se quedan en España son alojados en centros de acogida y posteriormente en viviendas y reciben “ayuda económica de manutención, alojamiento, asesoramiento legal, asistencia psicológica, escolarización de los menores” y ayuda para “la homologación de títulos escolares y universitarios”, así como “asistencia para la integración laboral y atención sanitaria”, según el ministerio. El gobierno concedió hasta ahora “41 estatutos de asilados políticos y 231 protecciones subsidiarias” a los cubanos llegados a España desde julio.