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Los tradicionales desfiles del 1º de Mayo reunieron ayer a millones de personas en el mundo, que se manifestaron desde España hasta Túnez, pasando por La Habana, para pedir, principalmente, aumentos salariales y mejoras para los trabajadores.

En España, donde la economía intenta salir de la crisis y donde el desempleo alcanza a uno de cada cinco activos, los sindicatos convocaron a más de 80 reuniones y manifestaciones, la más importante celebrada en Valencia (este). En Grecia, miles de de personas salieron a las calles de Atenas para protestar contra un nuevo endurecimiento de la austeridad.

La misma situación se vivió en Portugal, que también pidió un plan de rescate a la Unión Europea y al FMI: los sindicatos organizaron una marcha en contra de nuevas medidas de ajuste anunciadas por las autoridades. Las condiciones salariales fueron el principal tema de las manifestaciones que vivió Bélgica, donde la crisis económica y social se suma a una crisis política sin precedentes.

En Túnez, donde la revuelta popular desencadenó la caída del régimen de Ben Alí el pasado mes de enero, en las calles de la capital no se registró ningún incidente. En Argel, los únicas manifestaciones que hubo fueron las de los seguidores de fútbol antes de la final de la Copa de Argelia 2011.

En Marruecos, jóvenes, sindicalistas, pero también miembros del Movimiento del 20 de febrero –que reclaman más democracia– se movilizaron en distintas ciudades del país. En Rabat, cerca de tres mil manifestantes desfilaron al grito de “Abajo el despotismo” y “Basta de marginación”.

Más acá en la geografía, cientos de miles de cubanos, entre ellso nuevos trabajadores privados, desfilaron este 1º de Mayo en apoyo a las reformas económicas del presidente Raúl Castro. Tal como quedó asentado en el último Congreso del Partido Comunista Cubano, el gobierno busca modernizar el modelo socialista.

En Asia, un mes y medio después del accidente de la central de Fukushima, el 1º de Mayo ha dado lugar a dos manifestaciones antinucleares en Tokio.