Desde Lima

Keiko Fujimori ha reclutado al ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani para impulsar su campaña por la presidencia. Giuliani, el hombre de la tolerancia cero y la mano dura, llegó a Lima el fin de semana y ha sido presentado por la hija del ex dictador Alberto Fujimori como su asesor en temas de seguridad y lucha contra la delincuencia. Con este respaldo, que ha sido celebrado con entusiasmo por la mayoritaria prensa que apoya a la candidata de la derecha, Keiko Fujimori espera ganar puntos en la cerrada disputa que mantiene con el candidato progresista Ollanta Humala en la carrera por la presidencia, que se definirá el 5 de junio.

En declaraciones a un programa de televisión poco después de su llegada a Lima, Giuliani se jactó de haber reducido la delincuencia en Nueva York con su política de tolerancia cero y justificó el uso de la tortura, postura que lo acerca al fujimorismo, que en los diez años que gobernó puso en práctica una política de violaciones a los derechos humanos, por la cual ahora Alberto Fujimori cumple una condena de 25 años de prisión. El ex alcalde republicano de Nueva York, que fue presentado por la prensa como un héroe de los atentados del 11 de septiembre por su rol como alcalde después del ataque contra las Torres Gemelas, dijo que cuando está de por medio la seguridad de un país la tortura se puede justificar y se negó a calificar como tortura el método de ahogamiento simulado. También defendió con convicción la prisión de Guantánamo.

Keiko Fujimori y Rudolph Giuliani viajaron a Trujillo, ciudad de la costa norte del país donde en los últimos años la delincuencia se ha multiplicado, para presentar sus propuestas de seguridad ciudadana. Ahí la candidata dijo que de llegar a la presidencia pondría en marcha una política de seguridad ciudadana inspirada en la “tolerancia cero” de Giuliani. Y entre los primeros consejos que el republicano le dio a la hija del ex dictador Fujimori –y que ésta ha recogido– está endurecer las penas, incluso para los delitos menores, y construir más cárceles.

El endurecimiento de penas planteado por la candidata del fujimorismo, inspirada en Giuliani, incluye enviar a la cárcel incluso a quien robe un teléfono celular. “Si roban un celular o 50 soles (menos de 20 dólares) los delincuentes tienen que saber que irán a la cárcel, tiene que haber cero tolerancia con la delincuencia”, dijo Keiko Fujimori, acompañada por Giuliani, redoblando su apuesta por el discurso de mano dura contra la delincuencia. La candidata también ha expresado su respaldo a la restitución de la pena de muerte. Keiko espera que su discurso de mano dura y la presencia de Giuliani la ayuden a ganar votos entre la población preocupada por el incremento de la delincuencia.

El aterrizaje en Lima del controvertido ex alcalde Giuliani, elogiado por los defensores de las soluciones de mano dura, pero criticado por los costos de su receta de tolerancia cero, ocurre cuando la campaña electoral entra en su etapa final con la hija del ex dictador y Ollanta Humala empatados en las encuestas. Según la encuestadora Imasen, Humala tiene una ligera ventaja, con 41,6 por ciento, contra 39,7 por ciento de Keiko Fujimori. Ipsos Apoyo también da un resultado estrecho, pero invierte el orden de los candidatos: primero está Fujimori, con 43,9 por ciento, y segundo Humala, con 42 por ciento. En ambos casos la diferencia está dentro del margen de error, por lo que se puede hablar de un empate técnico. Otras dos encuestadoras, Datum y CPI, le dan una ventaja más amplia, de entre 4,5 y 6 puntos, a Keiko, pero la credibilidad de ambas empresas ha quedado seriamente golpeada al revelarse que están siendo investigadas por la fiscalía por el cargo de haber recibido sobornos durante el gobierno de Alberto Fujimori para favorecerlo con sus sondeos.

Keiko Fujimori ha avanzado en las encuestas apoyada por las oscuras prácticas que utilizó su padre: una prensa dedicada tiempo completo a desacreditar a su rival, amenazas a los pocos medios que no se han sumado a su candidatura y el uso del clientelismo a toda máquina, como el reparto de alimentos entre los más pobres a cambio de votos. Una denuncia del diario La República ha revelado que la campaña de Keiko es dirigida por su padre desde su prisión VIP de mil metros cuadrados. Ahí Alberto Fujimori recibe en la amplia sala de conferencias que tiene a su disposición a los dirigentes de su partido para planificar todos los detalles de la campaña de su hija. Incluso revisa el material propagandístico. “Todos sabemos que el verdadero candidato es Alberto Fujimori”, ha señalado Humala ante esta denuncia. El candidato progresista calificó al ex dictador Fujimori como “un asesino y un ladrón que se robó seis mil millones de dólares” y ha dicho que el triunfo de su hija en la elección presidencial “sería una vergüenza internacional para el Perú”.