EL MUNDO › NO HUBO UN CLARO GANADOR EN EL DEBATE DEL DOMINGO EN PERú DE CARA AL BALLOTTAGE
Ante la insistencia del candidato nacionalista de recordar el autoritarismo y las violaciones a los derechos humanos del gobierno de Fujimori, su rival perdió la calma. “La candidata soy yo, no Alberto Fujimori.”
› Por Carlos Noriega
Aunque Ollanta Humala pudo haber sacado alguna ventaja, no hubo un ganador claro en el debate del domingo en la noche entre el candidato progresista y la derechista Keiko Fujimori, que en cinco días disputarán el ballottage por la presidencia del Perú. Ambos candidatos llegaron al debate igualados en las encuestas y ninguno logró el triunfo contundente que necesitaba para asegurar la victoria. En varios pasajes, Humala puso en aprietos a Keiko, especialmente cuando insistió en los temas de violaciones a los derechos humanos y corrupción y recordó la dictadura de Alberto Fujimori, padre de Keiko, pero no supo rematar cuando su rival estuvo en problemas.
El candidato progresista insistió en su propuesta de crecimiento económico con inclusión social como el eje central de su plan de gobierno y repitió varias veces que su gestión será honesta y que no indultará “a corruptos y criminales”, en clara referencia a la corrupción del régimen fujimorista y al indulto que un gobierno de Keiko le daría a su padre, el ex dictador Alberto Fujimori, condenado a 25 años por crímenes de lesa humanidad y corrupción. Humala cerró su intervención pidiendo una oportunidad “para cambiar las cosas”. Keiko Fujimori intentó desmarcarse del enorme pasivo del gobierno de su padre y terminó el debate recurriendo a la victimización como argumento de defensa: “Por errores de terceros he cargado una cruz muy grande”, dijo, poniéndole un tono dramático a sus palabras.
Ante la insistencia de Humala en recordar el autoritarismo, la corrupción y las violaciones a los derechos humanos del régimen fujimorista, Keiko Fujimori perdió la calma. “La candidata soy yo, no Alberto Fujimori. Yo soy quien tomará las decisiones. Si quiere debatir con Alberto Fujimori vaya a la Diroes (el cuartel policial donde Alberto Fujimori cumple su condena)”, dijo en un momento la hija del ex dictador, alzando la voz y visiblemente molesta. Fue su momento más difícil, pero Humala no le dio el puntillazo final y su rival se pudo recuperar. Varios minutos después, cuando Keiko ya había recuperado la calma, Humala retomó el tema para recordarle a su oponente que el entorno que la rodea está formado por los fujimoristas históricos que estuvieron en la dictadura de su padre.
Humala tomó la iniciativa y comenzó el debate recordando las esterilizaciones forzadas a mujeres campesinas y de las zonas más pobres de las ciudades que practicó el régimen fujimorista y recriminándole a Keiko por tener entre sus colaboradores más cercanos al ministro de Salud que dirigió la política de esterilización forzada de más de 300 mil mujeres. Keiko quedó descolocada. Eludió el tema diciendo que no había ningún proceso judicial por ese caso, lo que no es cierto, ya que existe una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que le ordena al Perú investigar el tema. Pero Humala no aclaró el asunto y se pasó a otro tema. No fue la única oportunidad que dejó pasar. En un momento, Keiko, en su intento de tomar distancia de la corrupción que ha caracterizado al fujimorismo, aseguró, muy enfática, que no había ninguna investigación judicial en su contra. La afirmación le dejó a Humala la bola servida para que recordara la investigación judicial abierta contra Keiko por corrupción, por el desvío a su favor de más de 900 mil dólares del Tesoro público durante el gobierno de su padre, pero el candidato no mencionó el proceso judicial a su oponente y dejó pasar el tema.
Keiko Fujimori enfocó sus ataques acusando a su rival de ser una amenaza para las inversiones y en la denuncia en contra de Humala por violaciones a los derechos humanos cuando era capitán del ejército en 1992. Humala le respondió que esa denuncia en su contra fue investigada judicialmente y que él fue absuelto “por la misma Justicia que condenó a su padre”.
En diálogo con Página/12, el politólogo Carlos Reyna definió el resultado del debate como “un empate” y estimó que no será decisivo en las elecciones de este domingo. Por su parte, Fernando Tuesta, director del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica, le dijo a este diario que “la única manera de que en un debate exista un ganador es que su triunfo sea contundente y eso no ha ocurrido esta vez, por lo que en mi opinión no hubo un ganador”. “El triunfo por puntos de un candidato –agregó Tuesta– no es suficiente para que ese resultado influya en el comportamiento de los electores.” Ambos analistas calificaron el debate como “pobre” y “mediocre”.
Carlos Reyna evaluó así el desempeño de los dos candidatos: “Humala comenzó bien, estuvo mejor en la primera parte, pero Keiko terminó más enfática, más articulada. Humala no supo aprovechar tres momentos complicados de Keiko: cuando se tocó el tema de las esterilizaciones forzadas; cuando ella dijo que ‘la mayoría’ de sus colaboradores son honestos, lo que implica un reconocimiento de que no todos lo son, y el tercero cuando Keiko perdió los papeles y le dijo a Humala que se vaya a debatir a la Diroes con Alberto Fujimori. Humala pudo noquear a Keiko cuando ella se puso vulnerable, pero no aprovechó sus oportunidades”.
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