El hombre sospechado de dispararle a Anna Politkovskaya, una de las más conocidas y audaces periodistas, fue arrestado en su hogar en su nativa Chechenia. Las autoridades rusas creen que Rustan Makhmudov le disparó a Politkovskaya cuatro veces en el hueco de la escalera de su edificio de departamentos cuando ella regresaba de hacer compras, hace casi cinco años. Politkovskaya trabajaba para el diario de la oposición rusa Novaya Gazeta, que es en parte propiedad de un independiente, Alexander Lebedev. Ella escribía sobre la corrupción y los abusos de derechos humanos en Rusia, pero era más conocida por notas desde Chechenia. Su duro reportaje sobre los abusos de derechos humanos y tortura bajo el gobierno de Ramzan Kadyrov, el hombre del Kremlin en Chechenia, le granjeó muchos enemigos, pero las autoridades rusas todavía deben descubrir quién fue el que ordenó su asesinato.

Hasta hace poco se creía que Makhmudov estaba oculto en Bélgica y hubo indicios de que las autoridades belgas habían brindado información que ayudó al arresto de ayer. Dos de los hermanos de Makhmudov ya habían sido juzgados por ayudar e instigar el asesinato. Una Corte los encontró inocentes en 2009, en un juicio controvertido que fracasó por la ausencia de Rustam Makhmudov –el hombre que supuestamente disparó el gatillo–. Un ex policía, acusado de brindar vigilancia antes del asesinato, también fue absuelto en el mismo juicio.

Politkovskaya fue asesinada el 7 de octubre de 2006, el día del cumpleaños de Vladimir Putin, el entonces presidente de Rusia y ahora el poderoso primer ministro del país. Putin sugirió que pudo haber sido llevado a cabo por los enemigos de Rusia en el exterior, que querían causar problemas al Kremlin.

Los amigos y colegas de la periodista asesinada aplaudieron el arresto, pero la verdadera prueba para las autoridades rusas será poder llevar ante la Justicia a la persona que ordenó el asesinato. En la última década hubo decenas de ataques a periodistas en Rusia. Natalia Estemirova, una trabajadora en derechos humanos en Chechenia que siguió muchos de los casos sobre los que había escrito Politkovskaya, fue secuestrada afuera de su casa en 2009 y más tarde fue hallada muerta. No se ha hecho ningún arresto. Como Politkovskaya, Estemirova era una crítica feroz de Kadyrov, a quien los grupos de derechos humanos acusan de estar personalmente involucrado en la tortura. El ha negado cualquier conexión con los dos crímenes. “Yo no mato mujeres”, dijo en una entrevista después del arresto de Makhmudov. Dmitry Muratov, el jefe de redacción de Novaya Gazeta, dijo ayer que esperaba que el arresto condujera a la “verdad” en el caso. Dijo que el tener a una persona real acusada del crimen, en lugar de un fugitivo, permitiría que la corte llegue a saber quien ordenó el asesinato de Politkovskaya.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.