El Frente Nacional de la Resistencia (FNRP) de Honduras, con el ex presidente Manuel Zelaya (foto), recordó ayer el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 con un acto y la denuncia de que continúan la impunidad y las violaciones de los derechos humanos en el país. “No ha habido justicia, sigue la impunidad y las violaciones de los derechos humanos, siguen los crímenes –afirmó hoy el subcoordinador del FNRP, Juan Barahona–. Tras la ruptura del orden constitucional en el 2009, el país sigue sufriendo las consecuencias económicas y sociales del caos.” El golpe había sido condenado en la Organización de Estados Americanos, pero Estados Unidos convalidó una elección organizada por los golpistas que resultó en el triunfo del actual presidente, el liberal Porfirio Lobo. El FNRP rindió ayer homenaje a las víctimas del golpe de Estado que derrocó a Zelaya con una movilización en la plaza Libertad, de San Pedro Sula, segunda ciudad en importancia de Honduras, también conocida como su capital económica, al cumplirse el segundo aniversario de la asonada cívico-militar del 2009. Barahona denunció que el principal responsable del golpe, el general retirado Romeo Vásquez Velásquez, se encuentra en la actualidad al frente de la empresa nacional de comunicaciones Hondutel, lo cual demuestra la impunidad que gozan los autores del golpe. Según el subcoordinador del FNRP, otro de los problemas es la falta de legitimidad de Lobo. “No cuenta con la aceptación del pueblo y tiene poca credibilidad, lo que hace que los hondureños quieran salidas diferentes. Ante este panorama es que el FNRP sigue emprendiendo acciones en pos de consolidar una verdadera democracia en Honduras”, dijo Barahona. En tanto, la coordinadora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH), Migdona Ayestas, advirtió que éste es uno de los principales flagelos del país y que se “va incrementando aceleradamente”. La experta señaló que la tasa de homicidios, que en 2004 era de 30,7 por cada 100 mil habitantes, pasó en el 2010 a 77,5, con lo que más que se duplicó. Agregó que las ciudades más violentas de Honduras son La Ceiba, San Pedro Sula y Tegucigalpa, sólo superadas por Ciudad Juárez, en México; Kandahar, en Afganistán, y Medellín, en Colombia.