El hombre que agredió el jueves a Nicolas Sarkozy fue condenado ayer a seis meses de cárcel por un tribunal de Agen, al sudoeste de Francia. Según la Justicia, que actuó en tiempo record, Hermann Fuster actuó con violencia contra una autoridad pública. El condenado no cumplirá la pena, sino que deberá cuidar su comportamiento durante tres años, asistir a un curso de ciudadanía de dos días y participar en tareas comunitarias. El presidente Sarkozy fue agredido sin consecuencias durante una visita a la localidad de Brax, en Lot-et-Garonne, mientras saludaba a un grupo de personas. El agresor agarró a Sarkozy de la solapa de su saco y trató de tirarlo, instantes antes de que los guardaespaldas y efectivos de seguridad se le abalanzaran. El hombre fue trasladado inmediatamente a una comisaría de Agen. Fuster trabaja para un conservatorio de música y no tiene antecedentes. Su abogado lo definió como un ciudadano indignado, frustrado porque los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Al parecer, le preocupaba el costo de la incursión militar francesa en Libia.