El nuevo ministro de Defensa brasileño, Celso Amorim (foto), anunció que llevará adelante una estrategia para retirar cerca de 2000 efectivos de su país que actúan en Haití desde 2004. En su mensaje de asunción aseguró que respaldará al Consejo de Defensa Sudamericano. “Atentos al ecumenismo que caracteriza a la inserción internacional del Brasil contemporáneo debemos valorar el Consejo de Defensa Suramericano e intensificar la cooperación con los países de nuestra región”, dijo el flamante ministro. Ex canciller entre 2003 y 2010, Amorim asumió ayer la cartera de Defensa durante una ceremonia encabezada por la presidenta Dilma Rousseff. “El acuífero guaraní que compartimos con nuestros vecinos del Mercosur es depositario de enorme cantidad de agua, un recurso cada vez más codiciado, por eso es fundamental preservar la soberanía sobre el agua”, reconoció Amorim. Asimismo respaldó el desarrollo de una industria bélica y la modernización del armamento de las fuerzas armadas, que ya comenzaron a construir un submarino propulsado a energía nuclear. “Un país pacífico como Brasil no puede ser confundido con un país desarmado, Brasil posee enormes riquezas en la Amazonia y en las aguas jurisdiccionales –sostuvo Amorim y señaló–. Buscaremos asegurar que el Atlántico Sur sea un área libre de armas nucleares.”

En este marco, la presidenta Rousseff le solicitó al Congreso que avance en la discusión sobre la conformación de la Comisión de la Verdad que investigará los crímenes cometidos durante la dictadura militar. Si bien Amorim no hizo una mención directa a esa comisión, sí destacó que Defensa y sociedad deben estar en plena armonía. “Debemos valorizar la discusión de temas como derechos humanos e igualdad de razas”, aseguró.

Rousseff destacó el cambio del ministro de Defensa. Su designación generó malestar en el sector castrense y las fuerzas armadas reaccionaron con cierto recelo ante su nombramiento en reemplazo de Nelson Jobim, quien no asistió a la ceremonia y fue separado del gabinete tras haber criticado públicamente a dos ministras. En aparente respuesta a esas objeciones, Rousseff sostuvo que la ideología del Ministerio de Defensa es la Constitución y el partido del Ministerio de Defensa es la Patria. “Los cambios importantes requieren cuidado y cobran sensatez”, destacó la mandataria en el acto de toma de juramento. Y definió a Amorim como un patriota, un hombre dedicado al Brasil. Según la jefa de Estado, el nuevo ministro había demostrado esa conducta al ser designado canciller de Luiz Inácio Lula da Silva.

Entre las prioridades de la cartera de Defensa, la presidenta mencionó la implementación de la nueva Estrategia Nacional de Defensa cuyas prioridades serán la actuación militar en la Amazonia y el litoral atlántico para proteger sus reservas petroleras. En sus primeras declaraciones como ministro, Amorim elogió a los militares por su patriotismo, dedicación y respeto a la jerarquía y prometió continuar con el proceso de modernización de las fuerzas armadas actuando con espíritu crítico. Pese a los recortes presupuestarios en el primer semestre, el ministro señaló que se deberá invertir en equipamiento en el área de Defensa. “Cuento con la comprensión de mis colegas del equipo financiero. El propio documento legal que instituyó la Estrategia Nacional de Defensa establece un vínculo indisociable con la estrategia nacional de desarrollo”, señaló.