Mientras se multiplican los repudios ante la inminente intervención militar de Estados Unidos en territorio iraquí, el Comité Autoconvocado contra la Guerra Imperialista en Irak –que reúne a organizaciones sociales y sindicales, organismos de derechos humanos y agrupaciones de izquierda– confirmó la convocatoria a una nueva marcha de repudio para el mismo día en que se produzca el primer ataque. El diputado de Autodeterminación y Libertad, Luis Zamora, propuso además movilizarse hoy mismo a Plaza de Mayo y realizar allí un cacerolazo.
Los que promueven una nueva manifestación ni bien George Bush ordene atacar Irak son los mismos que convocaron a la dos marchas que se realizaron contra la guerra el 15 de febrero y el 15 de marzo pasados. Ya está resuelto que la manifestación se realizará a las 18 del día del primer ataque, pero no así el lugar donde se concretará.
Los organizadores habían pensado en un primer momento llamar a concentrarse en Plaza Italia para después marchar desde allí hasta la embajada de Estados Unidos. Ahora analizan la posibilidad de convocar al Obelisco. El lugar y los demás detalles organizativos serán resueltos mañana en una reunión que las organizaciones agrupadas en el Comité Autoconvocado contra la Guerra Imperialista en Irak realizarán en el Teatro Bambalinas.
Además de la movilización prevista para el día del ataque, Zamora propuso realizar hoy mismo un cacerolazo en Plaza de Mayo. El diputado de Autodeterminación y Libertad advirtió que “ante la matanza que anunció Bush hacia el pueblo de Irak contra la voluntad de la enorme mayoría de los pueblos del mundo, hay que repudiar esa guerra aislando al gobierno terrorista norteamericano”. Por eso reclamó al presidente Eduardo Duhalde que “suspenda las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y solicite que su personal diplomático abandone inmediatamente el territorio argentino, además de reclamar a todos los gobiernos de América latina que adopten la misma actitud”.
El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, reveló ayer que el Gobierno mantiene “contactos permanentes” con los demás países del Mercosur y del Grupo Río para fijar una posición conjunta frente a la intervención militar contra Irak. La administración duhaldista fue terminante en cuanto a su decisión de no apoyar ni participar del ataque que promueve Estados Unidos aunque en sus planes no figura hacer lo que pidió Zamora.
El vocero presidencial, Luis Verdi, comentó que Duhalde sigue de cerca todo lo que está pasando en torno al conflicto en Irak y afirmó que “esta guerra no es la guerra de Argentina. Estamos en contra del conflicto y nos sentimos acompañados de la enorme mayoría de la comunidad internacional que no quiere este guerra”.
“El Gobierno debe emitir un pronunciamiento claro en relación con la inminente guerra de Estados Unidos contra Irak”, reclamó el ex premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel no conforme con las declaraciones de los funcionarios duhaldistas. Pérez Esquivel advirtió que “el candidato presidencial Carlos Menem es un incondicional de los intereses estadounidenses, como puede ser el primer ministro británico Tony Blair”.
La que también cargó contra Menem a propósito de la guerra fue la candidata presidencial de Izquierda Unida, Patricia Walsh. “Menem es peligroso para los argentinos. Hay que decir los peligros que significa la posición de Menem, porque en nuestra opinión no es un candidato para la democracia”, sostuvo.
La inminente intervención militar a Irak también fue reprobada por el diputado radical Marcelo Stubrin, quien la calificó como “una tragedia” y por el frepasista Darío Alessandro.