Cuando parecía que finalmente se conocería el nombre del sucesor de Giorgos Papandreu, un nuevo thriller sacudió a la inestable política de Grecia. Las negociaciones entre el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) y Nueva Democracia (ND) –al mando del líder conservador, Antonis Samaras– para formar un gobierno de unidad nacional, que evite la quiebra del Estado, continuaron sin que se anunciara el nombre del nuevo primer ministro, pese a las fuertes presiones de los organismos de crédito europeos, que esperan un “gesto” de la clase política helena. En medio de la crisis de deuda que aqueja a la Zona Euro, Papandreu y Samaras iniciaron una serie de negociaciones luego de consensuar la formación de un gobierno de unidad cuyo objetivo será aprobar las medidas de ajuste que demanda Europa. Durante la segunda jornada de conversaciones, fuentes del gobierno dijeron que las negociaciones podrían continuar toda la noche e incluso extenderse a mañana (por hoy). Las mismas fuentes señalaron que los líderes de Pasok y ND aún no estaban en condiciones de dar a conocer oficialmente el nombre del nuevo primer ministro, la composición del gobierno, el programa y la fecha de las elecciones anticipadas –en principio, previstas para el 19 de febrero próximo–.

Cerca de la medianoche helena, funcionarios y miembros de la oposición señalaron que el principal obstáculo que demoraba el anuncio final estaba en la exigencia que los socios europeos de Grecia manifestaron para que los dos principales partidos se comprometan por escrito a respaldar el plan de ayuda europea y el ajuste que exigen, a cambio de desembolsar 130.000 millones en concepto de rescate hasta 2014. Durante la tarde, Papandreu les había dicho a sus ministros que el acuerdo para iniciar la transición política estaba cerca; dos funcionarios, que pidieron no ser identificados, afirmaron que el candidato más firme a suceder al premier seguía siendo el ex vicepresidente del Banco Central Europeo Lucas Papademos el mismo que comenzó a sonar anteayer. Consultado por el canal de televisión NET, el ministro de Agricultura saliente, Costas Skandalidis, se limitó a decir que Papandreu estaba haciendo las consultas del caso y que no tenía más información sobre el proceso.

“Se han estado barajando diversos nombres para la jefatura de ese gobierno, incluido el de Papademos”, agregó el funcionario. Según lo previsto, y si los acuerdos se cumplen, Papandreu y sus ministros deberán presentar sus renuncias ante el presidente Carolos Papulias, quien, de acuerdo con la Constitución, tendrá que convocar a un consejo de dirigentes políticos para consensuar con ellos quién será el próximo premier de Grecia. Luego de que el futuro gobierno apruebe el nuevo paquete de asistencia financiera para Grecia, acordado el mes pasado por el grupo de los 17 países de la Unión Europea (UE), deberá convocar a elecciones anticipadas para que se forme un gobierno definitivo. En cuestión de meses, el nuevo Ejecutivo en principio debería poner en marcha todas las leyes, reformas y medidas necesarias para que Grecia cumpla con los objetivos fijados con la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE), de cara a la reducción del déficit y los gastos públicos.

La atención de Europa está puesta en los objetivos que Grecia debe cumplir para no caer en cesación de pago; esto es, lograr que el país asuma sus compromisos, con consabidas e impopulares medidas de ajuste. Esto incluye la participación de la banca privada con 30.000 millones de euros. Antes de mediados de febrero, Grecia deberá recibir los primeros 20.000 millones de euros de esa nueva ayuda. El acuerdo comprende una quita del 50 por ciento (unos 100.000 millones de euros) de la deuda helena. El Pasok de Papandreu y el ND cuentan con 153 escaños y 85 bancas, respectivamente, es decir 238 del total de 300 asientos disponibles en el Parlamento, por lo que se estima que su aprobación estará garantizada. Los dos partidos de izquierda griegos, el comunista KKE y el de Coalición de Izquierda radical (Syriza), anunciaron que no participarán del nuevo Ejecutivo, que sí contará con el apoyo de dos formaciones de extrema derecha: LAOS y la Alianza Democrática.

Papandreu pasó ayer por el Parlamento, donde tuvo tiempo de despedirse del Consejo de Ministros, con un llamamiento a la unidad de todos los partidos. “Fue un gran honor haber sido el primer ministro de un gobierno que funcionó con tanta dedicación y deber nacional”, dijo Papandreu a su equipo, según un comunicado difundido por su oficina. “Estoy muy orgulloso de lo que logramos juntos. Y logramos mantener al país en pie”, agregó. El mandatario socialista destacó la importancia de “que todos los partidos, al menos los que participen en el nuevo gobierno, los dos partidos mayoritarios, hagan un esfuerzo para encontrar soluciones comunes”.

A su vez, Papandreu solicitó a sus ministros que preparen sus cartas de renuncia para acelerar la formación del nuevo Ejecutivo. “Es necesario, en este período de ajuste, que quede claro en Grecia y para nuestros socios que no existe una opinión diferente entre nosotros sobre nuestras opciones”, dijo el premier griego, en referencia al plan de rescate financiero europeo.