EL MUNDO › CAPTURARON A SEIF AL-ISLAM CUANDO INTENTABA ESCAPAR DE LIBIA POR EL DESIERTO CON SUS GUARDIAS
Era la cara renovadora del régimen, con su educación europea y sus anteojos a la moda, pero resultó de los más duros.
› Por Portia Walkwe *
Desde Libia, Zintan
Seif al-Islam Khadafi, hijo del ex líder de Libia, fue capturado ayer a la intemperie cerca de la ciudad petrolera de Obari, cuando sus colaboradores armados intentaban sacarlo del país. Al-Islam no opuso resistencia y fue puesto en un lugar seguro. Si, a diferencia de su padre, es puesto a resguardo de represalias populares, podría constituir un problema para las potencias occidentales por la información que posee. El ex primer ministro inglés Tony Blair mantuvo estrechos lazos con este hombre de 39 años educado en Inglaterra. La Corte Penal Internacional (CPI) ya había emitido un pedido de captura por crímenes de lesa humanidad, pero los libios especulaban ayer que primero sería juzgado en un tribunal local.
La CPI dijo que se encontraba en negociaciones con el Ministerio libio de Justicia y que el fiscal Luis Moreno Ocampo volaría en las próximas horas hacia Trípoli. Sin embargo, las declaraciones del ministro de Información libio le dejaron al argentino pocas esperanzas. “Este es el capítulo final para el drama libio. Lo juzgaremos en Libia por jueces libios por sus crímenes cometidos.” La pena de muerte supera cualquier posible procedimiento de La Haya. El ministro de Justicia, Mohammed al-Alagy, dijo estar en contacto con la CPI acerca de cómo lidiar con Khadafi. “No nos opondremos a la presencia de veedores internacionales para monitorear los procedimientos judiciales que tengan lugar”, dijo.
Otros funcionarios libios dijeron que un juicio allí debería primero tratar los asesinatos, la represión y el manejo fraudulento de fondos públicos durante las cuatro décadas del gobierno de Khadafi. Luego, la CPI podría juzgar a Seif por las matanzas de febrero. Por lo que se desprende del despacho de La Haya, parece que hay un conflicto en puerta. “Las autoridades libias tienen la obligación de cooperar con la corte. Si ese gobierno desea formularle a la CPI un pedido de juicio conducido por el sistema libio, la decisión quedará sujeta a que los jueces del órgano determinen si Libia está capacitada para llevar adelante el proceso o no”, estableció la CPI en un comunicado.
Así y todo, es improbable que estos dimes y diretes hayan estado en la mente de los rebeldes que arrestaron a Seif en Zintan. Uno de ellos, perteneciente a la fuerza anti Khadafi, dijo que lo habían capturado al oeste de Obari. “Seif utilizaba una 4x4 y no fue herido. Será llevado a juicio para que los libios recuperen su dinero. Lo llevaremos a Zintan a resguardo y lo mantendremos con vida. Una vez que se forme el nuevo gobierno lo entregaremos tan pronto como sea posible”, dijo. Seif estuvo escondido en el desierto desde que se escapó del bastión de Bani Walid, cerca de Trípoli en octubre. Otro de los captores de Seif, Ahmed Ammar, dijo que el hijo de Khadafi pidió que lo ejecuten. Una vez en la base de Zintan, Seif mantuvo una breve conversación con un reportero de Reuters, a quien le dijo que se había lastimado la mano durante un ataque aéreo de la OTAN el mes pasado. Una foto suya en custodia lo muestra con una barba considerable, recostado en un sofá y con tres dedos vendados.
Nacido en 1972, Seif es el mayor de los siete hijos de Khadafi con su segunda esposa, Safia. Tenía una imagen occidental, con anteojos a la última moda y cabeza afeitada. Su look se condecía con su política de modernización de un país paralizado por décadas de la idiosincrasia del régimen de su padre. También fue el impulsor de la normalización de las relaciones con las potencias de Occidente. En 2002 y 2003 ayudó a forjar el acuerdo por el que Libia abandonó su programa de armas de destrucción masiva y se volvió un aliado de Occidente.
Hizo lobby con militantes para que liberen rehenes, donó plata a la London School of Economics (LSE, donde obtuvo por dudosos medios un Phd plagado de denuncias de plagio), adquirió una mansión de 10 millones de libras esterlinas en Hampstead al norte de Londres, fue huésped en su país de líderes mundiales e intelectuales occidentales y se mostró como el gran campeón de las reformas económicas y sociales. En 2009 facilitó las negociaciones con Inglaterra que terminaron con la liberación de Al-Megrahi, el único detenido por el caso del bombardeo al vuelo 103 de Pan Am sobre Lockerbie, Escocia. Entre otros documentos encontrados en Trípoli, en una carta fechada en septiembre de 2007, Blair le ofrecía a Seif ayuda con su tesis y la comenzaba con “Querido Ingeniero”.
Cinco días antes de la explosión de las protestas en la ciudad oriental de Benghazi como parte de las revueltas de la Primavera Arabe, Seif prometió por televisión que se derramarían ríos de sangre si los manifestantes rehusaban aceptar las ofertas de reformas del gobierno. La alocución de cuarenta minutos marcó el descenso de Seif de un hombre visto por mucho tiempo como la promesa de reforma del régimen de su padre, a un fugitivo buscado por la CPI por crímenes de lesa humanidad.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Juan Nicenboim.
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