El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que la retirada de las tropas de su país de Irak abre un “nuevo capítulo” en las relaciones bilaterales, aunque advirtió que su país mantendrá sus intereses en Medio Oriente pese a la salida de sus soldados de suelo iraquí. “Tras casi nueve años, nuestra guerra en Irak acaba a fin de mes. Estamos aquí para marcar el final de esta guerra y pasar página, empezamos un nuevo capítulo entre los dos países”, declaró Obama en rueda de prensa conjunta con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, a quien recibió en la Casa Blanca. Obama fue optimista. “Creemos que un Irak democrático puede ser un modelo para toda la región”, dijo y recordó que tras la “enorme inversión en sangre y dinero” que realizó EE.UU. en ese país existe un compromiso por avanzar en una democracia duradera.