EL MUNDO
“El pueblo iraquí es el que debe tirar a Saddam”
El movimiento de paz nunca llegó tan alto en Gran Bretaña como en la marcha de febrero en Londres. Ahora ha refluido pero, dice Andrew Morris -uno de sus líderes– a Página/12, resurgirá si todo sigue mal.
› Por Marcelo Justo
En febrero organizaron la “mayor manifestación de la historia” de Gran Bretaña al congregar a más de un millón de personas en el centro de Londres para protestar contra la posibilidad de una guerra en Irak. A dos días de iniciarse el conflicto convocaron a unas 250.000 personas en el Hyde Park y desde entonces coordinaron innumerables vigilias y protestas en todo el país. Página/12 dialogó con el director de “Stop The War Coalition”, Andrew Morris, sobre el conflicto en Irak y los planes de la organización para lograr un fin de las hostilidades.
–¿Qué sentido tiene manifestarse hoy que la guerra ha empezado y la opinión pública británica, que se oponía mayoritariamente a la guerra, pasó a apoyarla?
–La opinión pública se opuso consistentemente a la guerra desde que se empezó a plantear la posibilidad de un conflicto el año pasado. Si cambió con la guerra es por la presencia de soldados británicos en el frente, pero creemos que este cambio es pasajero y va a depender mucho de lo que pase en el campo de batalla. Si las cosas no progresan como el gobierno espera, la gente va a cambiar otra vez de opinión. Y por lo que se ve, está claro que la guerra no es tan fácil como se esperaba. La maravillosa bienvenida del pueblo “liberado” de Irak calculada por nuestros estrategas no se concretó. En realidad, esta guerra no debería haber empezado. Nosotros seguiremos con nuestra campaña, es decir pidiendo que se detenga el conflicto y dejando en claro que hay mucha gente que sigue oponiéndose al mismo.
–¿Qué les dice a los que lo acusan de ser cómplices tácitos de una dictadura que ha torturado, asesinado y hecho desaparecer a opositores?
–Siempre nos opusimos a la dictadura iraquí, incluso cuando el gobierno estadounidense y el británico la apoyaban. El que debe derrocar a la dictadura es el pueblo iraquí. No potencias extranjeras que no tienen nada que hacer en su territorio.
–En varios países europeos, grupos de consumidores han iniciado boicoteos a los productos estadounidenses. ¿Ustedes considerarían esa posibilidad?
–Acá en Gran Bretaña no sería práctico. Hay tantos productos estadounidenses en el mercado que sería muy difícil llevarlo adelante. Creemos que hay otros medios para presionar y detener la guerra.
–Sin embargo, las movilizaciones que organizaron no lograron evitar la guerra. ¿No fue eso un fracaso?
–Obviamente nosotros hubiéramos deseado que la guerra no empezara, pero la manifestación de febrero fue la más grande de la historia de este país y demostró que hay mucha gente que piensa como nosotros. Mientras la guerra dure, nosotros continuaremos con las movilizaciones para poner fin a este conflicto. Formamos parte de un movimiento internacional. Nosotros estamos en contacto con los movimientos por la paz en otras partes del mundo. Hace unas pocas semanas organizamos una gran reunión aquí en Londres. Esta campaña por el fin de la guerra continuará en todo el mundo.
–¿Cree que debilita la democracia el hecho de que la guerra haya empezado a pesar de la mayoritaria oposición del público?
–Sí. Creemos que en una democracia no se debería ir a la guerra sin tener antes el consentimiento de la gente. Ese consentimiento no se logró en este país y a pesar de ello se inició un conflicto. Esto plantea una serie de interrogantes muy serios sobre los límites que tiene una democracia parlamentaria para representar la voluntad popular.