El presidente boliviano, Evo Morales, culpó ayer a los Estados Unidos y a los países ricos de Europa por la existencia de un flagelo como la droga y el negocio del narcotráfico, y aseguró que “si no hay consumo, no habrá producción”. Al hablar en el acto de balance anual de su gestión, en la base militar de Chimoré, en Cochabamba, Morales exhortó a los países del norte desarrollado a erradicar el consumo de la cocaína para eliminar el mercado sobre el que trabaja el narcotráfico.

“Si no hay consumo, no habrá producción”, aseveró el mandatario, a la vez que apuntó que Bolivia espera seguir demostrando a la comunidad internacional “todo lo que hace en contra del flagelo”. Las Fuerzas de Tareas Conjuntas (FTC) destruyeron este año más de 11.000 hectáreas de plantaciones de coca, una cantidad que “da una muestra clara de que hacemos esfuerzos, aun con limitaciones”, comentó el presidente.

Morales reiteró que se necesitan “helicópteros, radares, equipamiento que sí poseen los países desarrollados”, a los cuales, remarcó, “pedimos trabajar juntos”. Pidió también el acompañamiento de los organismos internacionales, de los países vecinos y de la Organización de las Naciones Unidas “en la cruzada contra las drogas”.

El mandatario hizo referencia al pasado, a erradicaciones por la fuerza, con muertos y heridos, con fuerzas expedicionarias, que, bajo pretexto de luchar contra el narcotráfico, tenían otros intereses, en franca alusión a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos. “Amparados en la lucha contra las drogas, tenían intereses políticos y geopolíticos”, aseguró el mandatario, quien agregó que “en muchos sitios del país crece la conciencia de reducción de los cultivos”. El presidente advirtió que “no habrá cero coca, pero lamentablemente tampoco habrá libre cultivo, pues no habría erradicación si no se desviara la hoja ilegalmente”.

En 2011, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico eliminó 4995 fábricas, y en 11.512 operaciones contra el narcotráfico capturó a 3695 personas implicadas con el tráfico de sustancias controladas. Además, se incautaron 31,7 toneladas de cocaína, de las cuales 26,7 fueron de pasta base y cinco de clorhidrato, según un informe presentado por el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres.