EL MUNDO
› LA CIUDAD ESTA RODEADA Y SE MULTIPLICAN LOS COMBATES CALLEJEROS
Bagdad, el infierno tan temido
Mientras llegan tanques, tropas y provisiones por tierra y aire, Estados Unidos dice controlar casi todas las salidas de Bagdad. La lucha en varios puntos de la ciudad dejó muchos civiles muertos y los hospitales no dan abasto.
Heridos a razón de “varios cientos por hora”, según la Cruz Roja, que abarrotan hospitales que casi no pueden atenderlos por falta de luz; por lo menos 2000 muertos iraquíes, según los norteamericanos; una nueva incursión de Estados Unidos, esta vez desde el este hasta un puente estratégico sobre el río Tigris, con duros combates cuerpo a cuerpo con fuerzas “irregulares”; bombardeos sobre cada punto del centro de Bagdad que ya no vienen sólo desde el aire sino de la artillería pesada desde los suburbios de la ciudad: la capital de Irak, destruida e incendiada en su gran parte, se está convirtiendo en un reguero de sangre difícil de comparar con el reguero que ya es. Las noticias que da Estados Unidos dan la impresión de victoria inminente: las entradas de la ciudad están selladas, ya aterrizó un Hércules C-130 con tropas y provisiones en el aeropuerto que ellos controlan y una columna de 2000 tanques y blindados se aproxima a Bagdad desde Kerbala. Irak continuó diciendo que los norteamericanos ni siquiera controlan el aeropuerto y que la incursión del sábado fue rechazada (ver nota aparte), pero ordenó por primera vez en esta guerra el toque de queda y Saddam Hussein pidió a las unidades que perdieron su comando “que se acoplen a la unidad más próxima”.
Los corresponsales que todavía quedan en la asediada Bagdad confirmaron que lo peor ya está ocurriendo. La ciudad está desierta, patrullada por la policía y los fedayines (paramilitares) que por primera vez ya están equipados con armas pesadas, con la Guardia Republicana controlando las intersecciones principales, y cubierta por un denso humo que ya no procede sólo de los edificios incendiados por bombardeos de altura ni de las piletas de petróleo hechas fuego, sino también de los restos de edificios derrumbados por ataques de tanques y morteros. Y esto no sólo en el sur y el sudeste de la ciudad, donde se concentran los combates por la entrada de los norteamericanos, sino también en todo el centro. Durante el día, en medio del sonido de los helicópteros Apache y de aviones caza que ahora vuelan a baja altura, la zona sur de la ciudad es un caos. En medio de cadáveres y restos de tanques y cañones antiaéreos iraquíes, los voluntarios de la Cruz Roja apenas se pueden hacer un camino hacia los hospitales más cercanos. En el de Yarmuk, según cuenta el corresponsal de The New York Times Anthony Shedid, “pude ver un taxi naranja y blanco con sus ventanas destrozadas y la sangre cayendo de la puerta del conductor”. “Ya casi no se puede trabajar”, dice el vocero de la Cruz Roja, Florian Westphal. “Muchos hospitales dependen de sus sistemas de emergencia, que casi no funcionan porque no hay luz ni agua.”
“Nadie sabe lo que va a durar esto, sólo Bush y Saddam”, dijo desesperado a Shedid un hombre de 33 años del barrio de Bayaa, en el sur. A las seis y media de la mañana, las ráfagas de ametralladoras, seguidas de explosiones de tanques y una cascada de granadas, pegaron en las paredes cercanas y lo obligaron a saltar de la cama con sus hijos para ir a un refugio en su casa que no sabe para qué le servirá. Los relatos coinciden en que los M1 Abrams y los Bradley norteamericanos parecen tener como objetivos simplemente pasar por las calles, pero los restos de cañones y los cuerpos de los iraquíes, en su mayoría militares y algunos miembros de la Guardia Republicana, esparcidos en el asfalto en medio del humo de edificios destruidos cerrándose sobre calles angostas indican que tal pasar es el inicio de la temible guerra urbana. Si algunos bagdadíes están espantados, otros esperan a las tropas norteamericanas listos para combatir. “Ellos dicen que tienen la ciudad a su merced. Pero la ciudad tiene gente que la defenderá”, aseguró amenazante un mozo de un restaurante a la corresponsal del diario británico The Guardian.
Por lo pronto, Estados Unidos dice tener prácticamente rodeada a Bagdad. Por el sur, controla la autopista 8. Una columna de la Tercera División de Infantería salió del rebautizado Aeropuerto Internacional de Bagdad hacia el norte, rodeando la ciudad por el oeste y tomando las autopistas 1 y 10, que corre por el noroeste, tratando de asegurar además puentes e intersecciones. Según cuenta el corresponsal de la BBC Gavin Hewitt, elavance fue devastador. Al menos 15 autos con varias personas dentro quedaron atrapados en el fuego cruzado. En algunos puentes, muchos se desesperaban por que se vieran sus banderas blancas para que los norteamericanos no abrieran fuego. “He visto a muchos civiles morir –relató–, y en la autopista principal por la que se avanzaba vi tanques iraquíes destrozados. Los soldados muertos yacían en el asfalto.”
Por el este, los marines llegaron hasta un puente estratégico sobre el río Tigris, donde están encontrando una fuerte resistencia, y en su camino, según el Comando Central en Qatar, combatieron contra efectivos dispersos de la Guardia Republicana y milicianos yemeníes, sauditas y egipcios que serían parte de los voluntarios con los que dice contar el gobierno iraquí. De acuerdo con corresponsales de la agencia EFE y de la BBC, se encontraron importantes cantidades de armas y provisiones abandonadas incluso con sus envoltorios intactos en lo que sería una fuga apresurada hacia el centro de la ciudad.
Los refuerzos para el asedio a Bagdad siguen llegando. El Hércules que aterrizó ayer en el aeropuerto internacional y el avance de la columna de 2000 tanques y carros blindados así lo atestiguan. Estados Unidos dijo también que tomó Kerbala, en la región desde donde está saliendo la columna, y que mató a 400 milicianos iraquíes. El ministro de Información iraquí, Mohamed Said al Sahaf, dijo que el avance del sábado del aeropuerto a Bagdad fue repelido, que las tropas invasoras en el aeropuerto “están rodeadas y serán aniquiladas” y que Estados Unidos “no combatió en serio” en Bagdad. Cómo será, entonces, cuando eso ocurra.
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