El Foro Social Mundial abre hoy en Porto Alegre y en su agenda se instala, como telón de fondo, la profunda crisis financiera que atraviesan Europa y Estados Unidos. El capítulo de este año estará centrado en la preparación de la llamada “Cumbre de los Pueblos”, que el movimiento contra la globalización convoca para junio próximo en Río de Janeiro, en paralelo a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable Río-20. “Es necesario que se escuche la voz de quienes se resisten al avance del desarrollo depredador”, afirma un comunicado del encuentro, en el que se exige que la ONU atienda los reclamos en favor de un mundo ambientalmente más justo.

El cónclave organizado por los autodenominados “enemigos del sistema” propone congregar a unas 70 mil personas y será inaugurado con una marcha que partirá desde el centro de Porto Alegre para recorrer las principales calles y avenidas de la ciudad. A partir de mañana se sumergirá en debates sobre asuntos que abarcan desde la crisis financiera hasta el militarismo, la justicia social y los derechos humanos, que reunirán a importantes voces críticas del capitalismo, como el sociólogo portugués Boaventura de Souza Santos, su homólogo brasileño Emir Sader y el periodista español Ignacio Ramonet.

Pese a que el Foro Social se define como “plural y diversificado, no confesional, no gubernamental y no partidario”, a la edición de este año fue invitada también la presidenta de Brasil. Dilma Rousseff, que se abstuvo de participar en la reunión de 2011 en Dakar, optó este año por intervenir en la cita de Porto Alegre y no viajará a la ciudad suiza de Davos para el encuentro del Foro Económico Mundial. Otro que estará presente es el presidente uruguayo, José Mujica.

Ambos mandatarios participarán pasado mañana en los “Diálogos de la Sociedad Civil con los Gobiernos”, que se celebrarán en el gimnasio Gigantinho, donde son esperadas unas 20 mil personas. El gobierno brasileño será representado además por siete ministros, que al igual que Rousseff y Mujica fueron invitados a participar en diversos debates organizados por movimientos sociales.

Se espera que también se sume al encuentro el presidente del Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, quien dijo que el Foro supone “una ocasión perfecta” para discutir los avances sociales en Brasil y los desafíos que el país tiene por delante. Falcao indicó a su vez que en el marco de la cita del movimiento contra la globalización se llevará a cabo una reunión de líderes de partidos de la izquierda latinoamericana agrupados en el Foro de San Pablo.

Fuentes de la Secretaría Permanente del Foro dijeron que también fueron invitados a Porto Alegre representantes de diversos movimientos que han surgido en el mundo en los últimos meses, al calor de la crisis financiera y las revueltas en Medio Oriente y el norte de Africa. Entre ellos, se espera a miembros de los “indignados” españoles, del movimiento Ocuppy Wall Street y estudiantes de Chile, así como a representantes de los grupos sociales de la llamada Primavera Arabe. La clausura está prevista para el domingo, cuando se darán a conocer las conclusiones de la Asamblea de los Movimientos Sociales.

El Foro Social Mundial fue creado en Brasil en 2001, con el objetivo de reunir a representantes de la sociedad, excluidos del Foro de Davos, para debatir alternativas al neoliberalismo económico bajo la consigna “Otro mundo es posible”.