Lunes, 30 de abril de 2012 | Hoy
EL MUNDO › MILES DE ESPAñOLES SE MANIFESTARON EN CONTRA DEL PAQUETE DE RECORTES
La nueva protesta, dos días antes del 1º de Mayo, se llevó a cabo en 55 ciudades y fue apoyada por los principales sindicatos.
A poco de conocerse el aumento del IVA y de otros impuestos indirectos, el gobierno encabezado por Mariano Rajoy mostró una vez más que no le tiembla el pulso al momento de poner en práctica medidas de austeridad para España. “No vamos a parar hasta el fin de la legislatura”, señaló el mandatario durante su intervención en el acto de clausura del XV Congreso del Partido Popular (PP) madrileño. Pese a la dureza de su aplicación, para Rajoy estas medidas son positivas para el futuro de España y forman parte de “una agenda reformista sin parangón”, destinada a “reescribir nuestra historia de prosperidad”. “Tenemos que continuar porque España no puede vivir sin crédito y por eso cada viernes continuaremos con las reformas”, adelantó. La respuesta al drástico plan económico implementado por el líder conservador no se hizo esperar. Miles de personas salieron ayer a las calles para manifestarse en contra del paquete de ajuste.
En un intento de suavizar su discurso, y sin dar demasiados detalles, Rajoy aseguró que si todo se hace bien, el año 2013 será mejor. En relación con la suba de impuestos anunciada recientemente, el mandatario español reconoció que era consciente de que esa medida no figuraba en el programa electoral del PP y justificó su acción argumentando que los cambios aprobados son justos y equitativos. Mientras el jefe de gobierno español pronunciaba esta nueva defensa de su plan de recortes, la bronca iba tomando forma en una nueva protesta que se llevó a cabo en 55 ciudades españolas y fue apoyada por los sindicatos Comisiones Obreras (CC.OO.) y la Unión General de Trabajadores (UGT). Ambas centrales reivindican una plataforma social “en defensa del Estado de Bienestar y los servicios públicos”.
Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC.OO., calificó la protesta como una “rebelión democrática pacífica” y aseguró que este tipo de acciones se repetirán “hasta que el gobierno rectifique”. El anuncio de Rajoy y la manifestación organizada ayer (a dos días de la marcha convocada para el 1º de Mayo, por el Día del Trabajador) se realizan en el marco de una severa crisis económica para la península ibérica, que en el primer trimestre del año volvió a entrar en recesión, mientras el desempleo alcanzó un nuevo record al escalar hasta el 24,44 por ciento.
“España está en una crisis de una enorme magnitud porque a los factores generales se unieron factores singulares españoles, entre ellos la burbuja inmobiliaria y la baja productividad”, afirmó la semana pasada el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo. El rechazo a la fórmula ofrecida desde el Ejecutivo se plasmó en Madrid, donde, bajo una persistente lluvia, los manifestantes cantaron proclamas como “si no coméis las recetas ahorraréis” y “Crónicos, alerta, llega el pago de recetas”, además de “Nunca jamás vamos a enfermar”, en alusión al pago de los medicamentos en función de la renta. “Es criminal recortar la sanidad” o “Pueblos de Europa, levantaos” fueron otras consignas enarboladas por los manifestantes. La mayoría de los lemas estuvo acompañada por el dibujo de una tijera, símbolo de los recortes presupuestarios.
Las protestas, no obstante, recibieron una menor respuesta ciudadana que en otras ocasiones. En Madrid, a la marcha que partió de la céntrica plaza de Neptuno asistieron más de 40.000 personas, según los organizadores, y alrededor de 9000, según la policía. En otras manifestaciones convocadas contra la reforma laboral, anteriores a la huelga general del 29 de marzo, los sindicatos lograron reunir en la capital española a medio millón de personas el 11 de marzo, según cálculos de las centrales obreras, cifra que la policía rebajó a 30.000. La merma de manifestantes se sintió también en Barcelona. Los organizadores señalaron que 3000 personas se concentraron frente al Palau de la Generalitat, en la plaza Sant Jaume; para la Guardia Urbana fueron tan solo 700. Allí corearon consignas como “Desinstalando democracia, instalando dictadura” y “No son reformas, es saqueo”. En Andalucía los sindicatos cifraron la afluencia de la manifestación en 30.000 personas; la policía dijo que se trató de 11.500.
En Valencia la manifestación reunió entre 15.000 y 40.000 personas, según diferentes estimaciones sindicales. Vale recordar que durante la manifestación contra la reforma laboral del 11-M realizada en toda España, los sindicatos habían cifrado la asistencia en más de 450.000 personas, mientras que la Guardia Urbana hablaba de 17.000.
Empecinado con la reducción del déficit, el gobierno español adoptó el 20 de abril un plan de austeridad que impacta de lleno en salud y educación. Con estas medidas Rajoy espera recaudar un total de 10.000 millones de euros al año, siete mil millones de los cuales se recortarán en sanidad y tres mil millones en educación.
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