Los cuerpos decapitados de 49 personas aparecieron ayer con un mensaje firmado por la organización criminal Los Zetas junto a una ruta cerca de Monterrey, capital del estado Nuevo León, ubicada al norte de México. Según informaron fuentes oficiales, se trata de la tercera matanza de este tipo cometida en los últimos nueve días. Los cadáveres de 43 hombres y seis mujeres fueron hallados al costado de la ruta Cadereyta-Reynosa, indicaron fuentes de la Agencia Estatal de Investigaciones. El vocero de seguridad pública del estado de Nuevo León, Jorge Domene, afirmó en una conferencia de prensa que los cuerpos fueron abandonados en la madrugada del domingo en una zona despoblada y en horas de poca circulación. “En todos los casos, y para complicar la identificación de todas estas personas, ninguno de ellos se encuentra con cabeza, y también tienen mutiladas las extremidades superiores e inferiores”, precisó el funcionario.

Los Zetas se atribuyeron la masacre, informaron las autoridades locales. Según las mismas fuentes, podría tratarse de inmigrantes de Centroamérica, los cuales al parecer forman parte del crimen organizado, aunque descartaron que se trate de un ataque a la población civil. El viernes 4 fueron hallados 23 cadáveres (nueve colgados de un puente y los otros 14, decapitados) en Nuevo Laredo, ciudad del estado Tamaulipas, vecino a Nuevo León. Cinco días después aparecieron 18 cuerpos descuartizados, en dos vehículos, en el municipio Ixtlahuacán de los Membrillos, en el estado Jalisco, al oeste del país. Las autoridades presumen que estas muertes están relacionadas con rivalidades entre grupos criminales, en particular entre Los Zetas y el Cartel de Sinaloa.

Varios de los cadáveres encontrados ayer aparecieron en bolsas de plástico, y muchos de ellos se encontraban desnudos. Algunos cuerpos presentaban tatuajes que podrían ayudar a su identificación. Domene señaló que se presumía que las víctimas fueron asesinadas en otro sitio y trasladadas en un camión para abandonarlos a la intemperie.

Otras autoridades manifestaron que podría tratarse de personas de otros estados de México o incluso de migrantes, aunque por el momento no había indicios concretos, ya que en Nuevo León no hubo denuncias masivas recientes de desapariciones. “No descartamos nada en este momento”, indicó el procurador de Justicia de Nuevo León, Adrián de la Garza, y agregó que las personas llevaban 48 horas o más sin vida. El año pasado sucedieron una serie de matanzas, con similares características, en los estados de Veracruz y Jalisco, y se encontraron cientos de cuerpos en fosas en Tamaulipas y Durango.

La escalada de violencia ocurre en momentos en que México está en plena campaña electoral para las elecciones del 1º de julio, en las que se elegirán presidente, diputados, senadores y autoridades en 14 distritos del país, incluida la capital. El tema de la violencia ocupa un lugar central en las campañas de los candidatos a suceder al presidente Felipe Calderón, los opositores Enrique Peña Nieto (primero en las encuestas), Andrés López Obrador y Gabriel Quadri, y la oficialista Josefina Vázquez Mota. Peña Nieto, del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), que tiene hasta 20 puntos de ventaja en las preferencias electorales, dijo que su prioridad sería devolver la paz y la tranquilidad a México.

“Es claro que el clima de violencia e inseguridad en nuestro país se ha incrementado y ha generado hoy en día entre las familias mexicanas una preocupación mayor, y ha puesto en riesgo su propia libertad”, dijo Peña Nieto, un abogado de 45 años. El sábado pasado, la aspirante oficialista Josefina Vázquez Mota señaló en un acto en la ciudad de Monterrey que quería “un Nuevo León sin Zetas, sin crimen organizado”, y advirtió que no les daría tregua a los grupos criminales. Hace un mes y medio, desde que comenzó la campaña electoral, hubo disputas entre bandas con más de 30 muertos en Sinaloa, tres masacres en Tamaulipas, Jalisco y en Nuevo León, con un total de 90 muertos, además del asesinato de una periodista y tres fotógrafos en Veracruz. Mientras tanto, sigue la campaña y los candidatos hablan de pacificar al país.