El gobierno de Bolivia, la Central Obrera Boliviana (COB) y los trabajadores de la salud lograron un acuerdo ayer temprano para suspender el decreto que fija ocho horas de trabajo y normalizar la actividad hasta que una cumbre sanitaria decida toda la política del sector. Sin embargo, médicos y estudiantes lo rechazaron y mantienen su paro por tiempo indeterminado.

La Cumbre de Salud discutirá la carga horaria que deberán cumplir diariamente los médicos y sanitaristas en el marco del tratamiento sobre el modelo de salud pública que se fijará en Bolivia, según anunció ayer el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.

“El tema de las ocho, de las seis, de las 10 horas de trabajo que requiera el sistema de salud será discutido en el marco de la cumbre”, dijo Quintana en rueda prensa. En ese encuentro sanitario, que tendrá lugar en julio próximo, también se debatirán temas vinculados a infraestructura, servicios en el área rural y convivencia entre un sistema de salud pública con los usos y conocimientos de los pueblos indígenas.

La cumbre, que tiene el objetivo de diseñar otro sistema de salud pública, es parte de los acuerdos logrados entre el gobierno, la COB y la Confederación de Trabajadores en Salud.