EL MUNDO › HOLLANDE Y OBAMA PROPONEN ESTIMULOS PARA ENFRENTAR EL AJUSTE PERPETUO QUE IMPULSA ANGELA MERKEL
Antes de inaugurar la reunión del Grupo de los Ocho en Camp David, el francés y el norteamericano discutieron reactivar la castigada economía de Europa con un plan de “equilibrio fiscal”, pero con crecimiento y empleo.
Como arranque de la Cumbre del Grupo de los Ocho en Camp David, el retiro presidencial de Maryland, el anfitrión Barack Obama recibió a su flamante colega francés, François Hollande. Las sonrisas del retrato oficial del encuentro reflejaron la coincidencia en buscar una alternativa al ajuste permanente para sacar a Europa de la crisis. Y no se empañaron cuando el francés confirmó que retirará sus tropas de Afganistán este año, dos antes de lo pactado con anterioridad.
En una conferencia de prensa en la que no hubo preguntas, Hollande dijo que Francia “seguirá colaborando” con el esfuerzo de guerra en Afganistán, “aunque de una manera diferente”. Obama afirmó que se pusieron de acuerdo para que la cumbre de las ocho economías más fuertes del mundo sea un debate sobre “cómo manejar un enfoque responsable de la consolidación fiscal, asociado a un programa de crecimiento fuerte”. Una manera elegante de criticar el ajuste por el ajuste que se impulsa desde Alemania.
Obama explicó que la crisis europea es “de extraordinaria importancia” para Estados Unidos y para el mundo, mientras que Hollande dijo que “el crecimiento debe ser la prioridad”. Ambos reafirmaron, el mismo día en que la alemana Angela Merkel sugirió que Grecia pueda tener un referendo sobre la permanencia en el euro, que ese país “debe permanecer en la Eurozona”.
Afganistán parecer haber sido el único tema bilateral del encuentro presidencial, con los mandatarios absortos en hablar de economía. Hollande logró su triunfo montado en una ola de insatisfacción que ahora debe encauzar, mientras que Obama está en un año electoral. Ambos acuerdan en que la receta de estímulo con control fiscal que él aplicó en Estados Unidos es la manera de evitar una recesión feroz en Europa, que afecte a la economía planetaria. Hollande cuenta, a partir de ahora, con un aliado explícito en Washington para frenar a Berlín.
La buena onda hasta se expresó en bromas. Obama, bien informado, sabía que Hollande estudió “cocina rápida” en Estados Unidos cuando era joven. “Le voy a pedir su opinión sobre las hamburguesas con queso”, le disparó el norteamericano. El francés se rió y dijo que “no voy a tocar el tema hamburguesas...”. Después de esta discusión culinaria, los presidentes almorzaron en la Casa Blanca con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius.
Más tarde, los dos mandatarios se dirigieron a Camp David, el retiro rural de los presidentes norteamericanos en los bosques de Maryland. La posición de esta propiedad, remota y rural, garantiza que esta cumbre no sea centro de protestas. Los líderes de Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, Canadá, Gran Bretaña y Estados Unidos se reunieron en la mayor informalidad, ocupando un conjunto de cabañas entre los árboles.
El tema central de la cumbre es, además de la iniciativa contra el hambre impulsada por Obama –ver nota aparte–, la crisis europea. El norteamericano pudo anunciar ayer que había logrado donaciones privadas por tres mil millones de dólares en semillas y fondos para ayudar al desarrollo agrario en Africa. Será difícil ver un equivalente optimista para el otro tema.
En buena parte los presidentes y primeros ministros especularán juntos sobre el posible resultado de las elecciones griegas del mes que viene, que bien pueden marcar la salida del euro de ese país. La Unión Europea está preparando escenarios para enfrentar esa posibilidad. Según un periódico belga, el comisionado de Comercio europeo, Karel de Gucht, dijo que “en el Banco Central Europeo y en la Comisión estamos preparándonos para una emergencia como esa”. El gobierno alemán dijo estar preparado para cualquier eventualidad. “Queremos que Grecia se quede en la Eurozona, pero cumpliendo con sus obligaciones”, dijo el ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble.
La cumbre de ayer comenzó al cerrarse una semana movida para los mercados, con inversores temerosos no sólo por la castigada Grecia, sino también por España y la precaria salud de sus bancos. El Banco Central español anunció que la proporción de préstamos impagos del sistema tocó el 8,37 por ciento en marzo y que va a pedirle a Goldman Sachs que audite la contabilidad de Bankia, el banco más afectado hasta ahora. Bankia y otros 16 bancos españoles sufrieron el jueves una baja de rating por parte de la agencia calificadora Moody’s. Cada vez se habla más de que Madrid será forzada a pedir fondos europeos para recapitalizar sus bancos.
Un vocero de Obama dijo ayer que el foco de la cumbre estará en estos temas. “El presidente quiere liderar una discusión sobre cómo lograr un enfoque abarcador para la recuperación europea”, definió el consejero en Seguridad Nacional Tom Donilon. Al acuerdo entre Obama y Hollande puede sumarse el italiano Mario Monti, el canadiense Stephen Harper y el británico David Cameron, que ya dijeron en público que la Unión tiene que ayudar más a sus miembros más pequeños.
Pero los gobiernos de España e Italia, bajo presión alemana, están impulsando fuertes recortes en el gasto público aunque ya están en recesión y con alto desempleo. El coro de voces que avisan que esto será contraproducente no para de subir. Las tasas de riesgo país para esas dos economías siguen altas.
La cumbre que empezó ayer no va a terminar en un documento público, pero bien puede mostrar un consenso que calme los mercados y abra un camino diferente para los europeos.
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