EL MUNDO › DESPLOME DEL PARTIDO DE BERLUSCONI Y SU EX SOCIO DE LA LIGA NORTE
Entre los 177 municipios de todo el país que fueron a elecciones, el centroizquierda consiguió 92 de ellos, mientras hasta ahora gobernaba sólo 45. Destacan las alcaldías de Palermo, capital de Sicilia, y Génova.
Si algo queda claro después de concluirse la segunda vuelta de las elecciones municipales, realizadas este domingo y ayer en Italia, es que el centroderecha, es decir la alianza guiada por el ex primer ministro Silvio Berlusconi, ha quedado por el suelo. También fue evidente que la gente se volcó hacia el centroizquierda, aunque no siempre hacia los mismos partidos, y que pide cambios sustanciales. Entre los 177 municipios de todo el país que fueron a elecciones, en efecto, el centroizquierda consiguió 92 de ellos, mientras hasta ahora gobernaba sólo 45.
La afluencia a las urnas, hay que destacar, fue mucho más baja que en la primera vuelta (menos 14 puntos), llegando a poco más del 51 por ciento. Se debe en parte, dicen los expertos, a la angustia provocada por el terremoto del domingo en todo el norte de Italia y al descreimiento en la política que reina entre los italianos.
El caso más clamoroso fue el de la ciudad de Parma, donde por primera vez ganó el movimiento Cinco Estrellas liderado por el cómico Beppe Grillo. Una formación política anticonformista, criticona, a veces hasta mal educada en la forma de dirigirse a sus enemigos políticos, pero que ha sabido sintetizar, por lo visto, el malestar de muchos italianos. Cinco Estrellas es una suerte de versión italiana de los indignados españoles, tal vez un poco más organizada porque surgieron hace ya varios años. Pero en esta ocasión, por primera vez, decidieron presentarse como partido en las elecciones municipales. Hasta ahora se limitaban a hacer actos multitudinarios, sobre todo en las ciudades del norte de Italia, donde Grillo se exhibía y con su ironía habitual criticaba a los políticos tradicionales y la gestión de los gobiernos locales y nacionales. El nuevo alcalde de Parma, Federico Pizzarotti, consiguió nada menos que el 60,2 por ciento de los votos. Pero los “grillistas”, como se los llama en Italia, ganaron también en otros dos municipios menores del Norte, Mara y Comacchio.
El centroizquierda en general, con coaliciones lideradas por el Partido Democrático (PD), avanzó considerablemente. Algunas cifras publicadas por la prensa italiana aseguran que entre los 26 municipios capitales de regiones que renovaron sus autoridades, 17 eran del centroderecha y 9 del centroizquierda. Ahora, en cambio, el centroizquierda logró 14 de ellos. Es para destacar en este sentido el caso de Palermo, capital de Sicilia, donde el diputado de Italia de los Valores Leoluca Orlando, habiendo sido ya dos veces alcalde de esa ciudad, se consagró ayer para un tercer mandato con el 72,4 por ciento de los votos. Esta ciudad, cuna de la mafia, merecerá mucha atención en los próximos meses porque el otro candidato de la segunda vuelta era también de centroizquierda. Hay quienes se preguntan entonces cómo hará para gobernar Orlando, cuando se supone, dado el altísimo porcentaje conseguido, que recibió a su favor los votos del centroderecha.
La otra alcaldía de una gran ciudad que consiguió el centroizquierda fue la de Génova, una poderosa ciudad portuaria sobre el Mar Tirreno, donde Marco Doria consiguió el 59,7 por ciento de los votos. En L’Aquila, ciudad semidestruida por un violento terremoto en 2009 y a la que el gobierno de Berlusconi prometió el oro y el moro, cumpliendo sólo una parte de sus promesas, también votó al centroizquierda. Su nuevo alcalde, Massimo Cialente, consiguió el 59,2 por ciento de los votos.
El Pueblo de la Libertad (PDL), el partido de Berlusconi, con sus aliados de centroderecha y en particular la Liga Norte, han logrado mantener sólo algunas pocas de sus comunas y la Liga norte, acosada en los últimos meses por una serie de acusaciones de corrupción, y a la cual le correspondió competir en la segunda vuelta en siete municipios, perdió en todos. La única excepción a la regla fue el alcalde liguista de Verona elegido en la primera vuelta. En su comentario, el dirigente liguista Roberto Maroni reconoció que el hecho de que el ex líder liguista Umberto Bossi y sus hijos están siendo investigados judicialmente por presunta corrupción, “contribuyó a alejar más a la gente de la Liga”. Para el secretario del PDL, Angelino Alfano, el mensaje de los electores “es importantísimo, piden una nueva oferta política y nosotros estamos dispuestos a ofrecérselas, a ellos y al país”.
Uno de los pocos dirigentes sonrientes y satisfechos fue el secretario del PD, Pierluigi Bersani. “De los 177 municipios que fueron al voto, el centroizquierda ganó en 92. Estos son los hechos: el centroizquierda ha ganado las elecciones municipales de 2012”, dijo, manifestando por otra parte su esperanza de que las dificultades que está pasando el centroderecha no afecten la estabilidad del gobierno de Mario Monti.
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