Jue 24.05.2012

EL MUNDO  › EN LA PRIMERA DE LAS DOS JORNADAS DE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES

Alta participación en Egipto

Largas filas de votantes se veían en los colegios y universidades ayer temprano, mientras los egipcios iban a dar su voto en lo que todavía es una carrera abierta para elegir al sucesor de Mubarak. Hay muchos indecisos.

› Por Alastair Beach *

Desde El Cairo

Los egipcios hicieron historia ayer cuando millones de personas formaron fila frente a los centros de votación para las elecciones presidenciales que muchos esperan que termine con más de cinco décadas de sucesivas dictaduras. Se veían largas filas de votantes en los colegios y universidades ayer temprano a la mañana, mientras los egipcios iban a dar su voto en lo que todavía es una carrera abierta para elegir al sucesor de Hosni Mubarak, que fue derrocado en la revolución del año pasado.

“Esta es una nueva experiencia para todo el pueblo egipcio”, dijo Abdel Halim, de 52 años, que estaba votando en el distrito de Imbaba del Cairo. “Vamos a elegir a un nuevo hombre para que sea nuestro líder y nunca lo hemos hecho antes.” Alrededor de 50 millones de personas pueden votar en la primera elección presidencial genuinamente democrática en la historia de la nación. Pero las apuestas no podrían ser más altas. La victoria para cualquiera de los 13 candidatos planteará serias preguntas sobre el futuro de un país que a los egipcios les gusta llamar “madre del mundo”.

Cualquiera sea el resultado, tendrá un efecto sobre áreas sensibles de la política –desde el tratado de paz de 1979 con Israel, que los islamistas y los candidatos de izquierda tienen la intención de revisar, hasta reformar la política y los servicios de seguridad–. Y el vencedor tendrá que competir con el establishment militar, que no quiere ceder los privilegios a una futura administración civil. “Me siento bárbaro, pero al mismo tiempo estoy muy preocupado”, dijo Mohamed Shiha, un agente estatal cuya ambivalencia epitomizaba las ansiedades que tienen muchos egipcios con esta elección. Shiha estaba votando en Zamalek, una isla en el Nilo donde sólo los residentes más ricos pueden darse el lujo de vivir. “Soy un liberal y creo que Egipto necesita un presidente liberal. No podemos darles todo el poder a los islamistas.”

El nuevo Parlamento está dominado por los Hermanos Musulmanes, que una vez fue una fuerza disciplinaria rígida que ahora está cada vez más dividida entre un liderazgo conservador y elementos más reformistas. Su candidato presidencial, Mohamed Morsi, es uno de los favoritos (ver recuadro). Ayer, en una demostración de fuerza, se vio a los micros llevando a mujeres de la Hermandad Musulmana a las estaciones de votación en la ciudad mediterránea de Alejandría. Pero la perspectiva de que la organización controle la presidencia y el Parlamento ha causado cierta alarma entre algunos votantes –particularmente entre la comunidad minoritaria cristiana–, que teme una influencia creciente en el Islam político.

Shiha dijo que votaba a Amr Moussa, el ex canciller de Mubarak, cuya campaña atrajo a muchos votantes muy preocupados por la Hermandad Musulmana. Moussa, que ha sido uno de los favoritos en una serie de encuestas de opinión, es un candidato secular cuyas fuertes denuncias de Israel lo hacen tan popular que un cantante egipcio escribió una canción sobre él en 2001.

Sin embargo su crecimiento –junto con el ex jefe de la fuerza aérea Ahmed Shafik– ha dejado aterrados a algunos votantes. Muchos jóvenes activistas que fueron punta de lanza en el levantamiento creen que la elección de un ex funcionario de Mubarak puede ser un inmenso paso atrás. “Hay gente en Egipto que todavía no comprende bien la situación”, dijo Ahmad Sa’ad, un taxista de 40 años. “Simplemente votarán por Moussa porque es un buen tipo.”

De acuerdo con Sama El-Nagdy, un coordinador de campaña para el candidato de izquierda Hamdeen Sbahi, la popularidad de Moussa es el resultado de una tendencia en los medios estatales de Egipto. “Los medios les dicen a los votantes que no tendrán una vida o que no tendrán un trabajo salvo que voten a Amr Moussa.”

Es una acusación cuestionada por el equipo de campaña de Moussa, que también apunta que su candidato dejó el gobierno hace más de una década. Pero millones de votantes todavía están indecisos. Layma Kamel, un consultor para la campaña de Moussa, dijo a The Independent que las encuestas internas muestran que el 30 por ciento de los votantes todavía no ha decidido a quién votar.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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