Al mismo tiempo que el riesgo país escalaba de forma histórica, el gobierno de España recibía la presión del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble. El interlocutor era el titular español de Economía, Luis de Guindos, a quien su par alemán le insistió para que el país ibérico recurra al fondo de rescate europeo.

Ante el temor de que Madrid no logre salir a flote por sí misma, según afirma el semanario Der Spiegel, la canciller alemana Angela Merkel y su ministro optaron por esta vía al inicio de la semana. Schäuble planteó esa posibilidad a de Guindos en su último encuentro mantenido el miércoles en Berlín, lo que el funcionario español rechazó con el argumento de que España será capaz de salir adelante por sus propios medios. Der Spiegel sostiene que Merkel y su ministro presionaron para que el país recurra al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) ante el peligro cada vez mayor de un contagio a otros países del sur de Europa, en caso de un posible abandono de Grecia de la Zona Euro.

De acuerdo con esa publicación, el gobierno alemán estima que la banca española precisará de una inyección de capital que oscila entre 50 mil y 90 mil millones de euros. El propósito del equipo de Merkel es que España sanee por esta vía su banca, vistas las dificultades con que se topa para financiarse en los mercados y a intereses cada vez más altos, que la semana pasada alcanzaron niveles del 6,7 por ciento.

Berlín rechazó tajantemente la posibilidad de que exista una ayuda directa del fondo de rescate a la banca, sin pasar por los gobiernos, en este caso el español, contrariamente a las opiniones expresadas en esa dirección desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE).

Tanto Merkel como Schäuble expresaron reiteradamente esta semana su confianza en las medidas adoptadas por el gobierno de Mariano Rajoy. Fue durante una intervención tras el Consejo del Báltico, el jueves, cuando la canciller pidió explícitamente confianza en las reformas estructurales del gobierno español y la estabilización de los bancos europeos y definió a España como un aliado en el camino hacia la consolidación fiscal. “No caminamos por un sendero de rosas, pero tampoco asistimos a las vísperas del Apocalipsis. Ni nos hemos librado de las amenazas ni vamos a sucumbir a ellas”, destacó Rajoy en una intervención en la XXVIII Reunión del Círculo de Economía en Sitges, quien enfatizó que España saldrá de la tormenta con esfuerzos propios y con el apoyo de sus socios comunitarios. “España es un factor en esta situación, pero ni es el único ni es el peor, de manera que si es urgente resolver la situación española, no lo es menos resolver la del conjunto de la unión monetaria”, expresó detallando que los problemas de la unión monetaria van a comenzar a resolverse en poco tiempo.

Entre tanto, más de un centenar de personas se congregaron ayer bajo la sede de Bankia en Madrid para denunciar las ayudas públicas de más de 23 mil millones de euros a la entidad financiera, según informó el diario Público. Los manifestantes, convocados a través de las redes sociales, rotularon como “estafa” la solicitud de la entidad. Otra de las quejas más repetidas entre los concentrados fue que los ajustes se dan en ámbitos como la sanidad y la educación.