EL MUNDO › LAS AUTORIDADES SIRIAS RECHAZAN LA AUTORIA DEL CRIMEN Y CULPAN A TERRORISTAS
Los sobrevivientes no tenían dudas de que las milicias pro Assad eran las responsables. “El ejército del régimen comenzó a bombardear el área usando tanques”, dijo uno de ellos. Niegan el acceso a los veedores de Naciones Unidas.
› Por Peter Popham y
Loveday Morris *
Por segunda vez en menos de quince días, las fuerzas leales al presidente Bashar Al Assad fueron acusadas de llevar a cabo ayer una truculenta masacre de hombres, mujeres y niños inocentes, mientras que a los monitores de la ONU se les negó el acceso a un pueblo donde se cree que hasta 78 personas fueron asesinadas brutalmente. Mientras tanto, Kofi Annan se dirigía a una semidesierta Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York y advertía sobre una guerra civil, y en Siria tanto facciones anti como pro gobierno se culpaban unas a otras por las matanzas en Qubair, un pueblo cerca de Houla, donde más de 100 personas fueron masacradas el mes pasado.
Mientras los diplomáticos expresaban su indignación ante los ataques, Ban Ki-moon, el secretario general de la ONU, dijo que sus monitores habían estado bajo disparos de armas de fuego cuando trataban de llegar al pueblo ayer a la tarde. The Independent eligió no publicar las fotografías de los cuerpos ensangrentados de niños muertos, que aparecieron en los dos pueblos. Un video amateur había colocado en Internet las fotografías para mostrar a los bebés, niños y dos mujeres envueltas en frazadas y rodeadas de botellas de agua congelada para demorar la putrefacción de sus cuerpos en una habitación grande con una brillante alfombra roja.
Otra hilera de cuerpos yacía en otro lado: una abuela, una madre, cinco hermanos y dos primos, según el video del narrador, todos envueltos en sábanas blancas, más botellas de agua congelada a sus costados, informó la agencia de noticias Associated Press. El brazo de un bebé cubría la cara de la abuela. Sus nombres estaban garabateados en pedazos de papel y metidos en sus mortajas. En otro video, la cámara panea sobre cuatro objetos chamuscados demasiado desfigurados para ser identificados como humanos. El narrador dice que eran una madre y dos niños.
Las autoridades sirias emitieron una seca negativa sobre la masacre, acompañada por una explicación alternativa de los informes de violencia. “Un grupo terrorista armado cometió este horrible crimen”, afirmaba, diciendo que nueve mujeres y niños habían muerto. Pero los sobrevivientes no tenían dudas de que las milicias pro Assad eran las responsables. “A las dos horas de Siria, el ejército del régimen comenzó a bombardear el área usando tanques”, dijo Mousab Al Hamadee, quien dijo ser un activista local. “Es típico comenzar con los bombardeos, luego las fuerzas de seguridad atacan la ciudad o el pueblo. En este caso no había fuerzas de seguridad, sólo shabiha (milicia del régimen) en gran cantidad. Qubair es muy similar a Houla por cuanto está muy cerca de los pueblos alawites.
“Le dispararon a la gente a una corta distancia, quemaron a gente viva en sus casas y usaron cuchillos para masacrar a las personas como ovejas. Mucha gente era de la misma familia; es muy común en esos pueblos que la mayoría de la gente esté relacionada. Es un área rural muy pobre y Qubair mismo sólo tiene una población de 150 personas. Muy pocos todavía están con vida.” Otros que afirmaban ser del pueblo apoyaban esta versión de los hechos, describiendo matanzas indiscriminadas. “Asesinaban a niños y mujeres y sus cuerpos eran quemados. Nadie podía soportar las escenas horribles de esos cuerpos de niños y mujeres quemados”, dijo Laith Al Hamawi, un activista. Un infante de tres meses fue quemado vivo, y añadió: “Todos fueron quemados”.
Era imposible verificar la exactitud de esas afirmaciones, aunque varias personas que decían ser del área dieron ayer relatos similares sobre la atrocidad. La ONU confirmó que a sus monitores se les negó el acceso a los pueblos, lo que evitaba informar sobre la masacre desde un relato independiente. Con los peligros creciendo cada día, con la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, insistiendo una vez más que el presidente Assad debería abandonar el país y Rusia insinuando que no se opone ahora a un cambio de liderazgo en el país que es su aliado más importante en Medio Oriente, cada imagen de horror desde el terreno tiene un peso sin precedentes.
Aquellos que afirman ser del pueblo dijeron que los monitores habían ignorado los primeros pedidos de ayuda. Al Hamawi dijo: “Llamé más de diez veces a los monitores de la ONU para que vinieran a parar la masacre, pero nadie me contestó”. Dijo que nunca hubo protestas antigubernamentales en Qubair, pero que el pueblo cercano de Maarzaf estaba en contra del régimen. El Consejo Nacional sirio en el exilio informó que 78 personas habían muerto, 35 de la misma familia y más de la mitad de ellas, mujeres y niños, y esto en un pueblo del que se dice que la población total es de sólo 140 personas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.(Versión para móviles / versión de escritorio)
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