EL MUNDO › FIAT DEBE RECONTRATAR A 145 OBREROS DE UN SINDICATO COMBATIVO
La Justicia de Roma condenó por discriminación a la más popular fábrica de automóviles de Italia, que deberá recontratar a obreros despedidos por pertenecer al sindicato FIOM (Federación de Empleados y Obreros Metalúrgicos).
› Por Elena Llorente
Desde Roma
No son tiempos felices los que se viven actualmente en Italia, con la amenaza de despido que pende como una espada de Damocles sobre la cabeza de obreros y empleados. Pero ayer, una noticia llenó los corazones de esperanza y los sindicatos gritaron entusiasmados por el triunfo. La Justicia de Roma condenó por discriminación a la FIAT, la más popular fábrica de automóviles de Italia, que deberá reasumir a 145 obreros que fueron despedidos por pertenecer al sindicato FIOM (Federación de Empleados y Obreros Metalúrgicos), uno de los más combativos de la península.
La historia comienza hace algunos años en la fábrica FIAT de Pomigliano (región de Campania, cerca de Nápoles), donde numerosos trabajadores fueron despedidos aunque colocados en un estado que en Italia se llama cassa integrazione, es decir cobrando un mínimo seguro de desempleo y a la espera de que la empresa los recontrate. La reasunción no siempre se produce y cuando el seguro termina, el obrero queda definitivamente desocupado. En esta condición fueron colocados numerosos obreros inscriptos en FIOM, sindicato asociado a la central sindical de izquierda CGIL (Central General Italia de Trabajadores).
En ocasión de la presentación el año pasado de la nueva FIAT Panda, precisamente en el establecimiento de Pomigliano, FIOM distribuyó un dossier con los nombres y apellidos de los obreros discriminados. Ahí aparece, por ejemplo, la historia de dos personas que trabajaban en el montaje de los autos y que, por el hecho de haberse rehusado a cambiar de sindicato, siguen sin trabajo. Y junto a ellos otros ejemplos, como el de un dirigente de la sección de personal del cual se cita una frase en la que se niega a tener en cuenta las solicitudes de empleo de parte de gente inscripta en FIOM.
La sentencia de Roma por otra parte tiene algunos antecedentes en otra sentencia emanada por el Tribunal del Trabajo de Turín –ciudad cuna de la FIAT– que criticó el “comportamiento antisindical” de la empresa automovilística en ocasión de un acuerdo laboral entre FIAT y las otras dos centrales sindicales, CISL (filo católica) y UIL (socialista). En ese momento, FIOM presentó un recurso a la Justicia laboral porque ellos no fueron admitidos en el acuerdo al exigir muchos otros beneficios para los trabajadores. Según otros datos publicados por la prensa italiana, hace poco más de un año Pomigliano contaba con casi 400 obreros inscriptos a FIOM y hoy son la mitad.
La decisión del Tribunal de Roma es consecuencia de una causa iniciada por FIOM contra la FIAT, en base a una norma europea existente desde 2003 y referida a la discriminación. La decisión de la Justicia romana no sólo presupone la reasunción de los 145 obreros de FIOM sino una suerte de indemnización de 3000 euros para 19 de ellos, quienes personalmente firmaron y se hicieron cargo de la causa.
Mucha de la rabia de los obreros está dirigida contra el manager de la FIAT, Sergio Marchionne, un ítalo-canadiense de 60 años, que ha guiado una profunda renovación dentro de la FIAT y dentro del grupo estadounidense Chrysler, a quien la FIAT salvó de la bancarrota total en 2009. Actualmente Marchionne es administrador delegado de FIAT y presidente y administrador delegado de Chrysler. Criado en Canadá, donde estudió Administración de Empresas, Marchionne se mueve con mentalidad estadounidense y por eso a menudo en Italia tiene serios problemas con los sindicatos.
La sentencia de la Justicia de Roma debe ser ejecutada inmediatamente, dijo FIOM en un comunicado, por lo cual la empresa deberá darse un rápido plan para reabsorber a los 145 trabajadores. Pero no será fácil. Ayer, por ejemplo, la fábrica de Pomigliano estuvo mayormente cerrada porque no tenía las partes necesarias para poder seguir montando las FIAT Panda. A causa del terremoto en Emilia Romania de mayo pasado, algunas industrias que fabricaban partes de la Panda han quedado inhabilitadas.
La FIAT, de todas maneras, no se ha quedado con las manos cruzadas. Aunque no ha querido comentar oficialmente la sentencia anunció que presentará un recurso ante la Justicia.
“Esta sentencia confirma que en Italia hay una legislación y una Constitución en base a la cual las empresas no pueden elegir el sindicato que les gusta”, comentó el secretario general de FIOM, Maurizio Landini.
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