El gobierno nombró ayer al reconocido economista Ioannis Stournaras como nuevo ministro de Finanzas. El funcionario, de 55 años, es profesor de Economía en la Universidad de Atenas y tiene experiencia en la materia, ya que trabajó en el Banco de Grecia y fue presidente del Banco Comercial griego. Entre otros antecedentes, Stournaras computa haber participado en las negociaciones para la entrada del país en el euro, en tanto que actualmente es director del Instituto de Investigación Económica e Industrial (IOWE) heleno. La noticia de su nombramiento tuvo un efecto positivo en la Bolsa de Atenas, que cerró con un alza de 1,59 por ciento.

Mientras tanto, la joven coalición de gobierno de Grecia sufrió ayer el segundo golpe en dos días, con la renuncia de otro miembro del gabinete luego de que la oposición de izquierda lo denunciara por un presunto conflicto de intereses. La partida del viceministro de Marina Mercante, aunque no constituye una gran crisis, se suma a una serie de pasos en falso o episodios desafortunados.

Luego de meses de estancamiento político, el Ejecutivo del primer ministro Antonis Samaras sufrió una serie de contratiempos. El propio Samaras fue operado el fin de semana de un ojo y no podrá asistir a la cumbre de líderes de la Unión Europea que se celebra esta semana en Bruselas. El premier fue dado de alta el lunes, pero seguirá en reposo en su domicilio.

Luego, Vasilios Rapanos, el ministro de Finanzas designado, presentó anteayer su renuncia por motivos de salud, lo cual, sumado al problema de Samaras, obligó a posponer una visita de inspectores de los acreedores externos de Grecia que estaba prevista para ayer.

La última “víctima”, el viceministro de Marina Mercante, Giorgos Vernicos, no informó los motivos de su dimisión, pero el partido de izquierda Syriza, que se opone a los rescates externos del FMI y la UE y a los ajustes atados a ellos, había denunciado poco antes que es propietario de una compañía offshore con sede en un paraíso fiscal, lo que parecería ponerlo en el centro de un conflicto de intereses.

“No tenemos nada contra Vernicos. Al contrario, sentimos un aprecio especial por su militancia contra la Junta”, dijo Syriza, en alusión a la dictadura militar que gobernó en Grecia hasta 1974. “Pero la ley es clara, prohíbe expresamente a los ministros y políticos en general participar en compañías alejadas del ámbito jurisdiccional griego bajo castigos y multas si se vulnera esta ley”, agregó el documento.

El comunicado relacionó a Vernicos con la empresa Vernicos Offshore Group SA con sede en las Islas Marshal y le pidió que renunciara si es cierto que tenía participación en ella. Unos minutos después, Vernicos presentó su renuncia, lo que se interpretó como un triunfo para Syriza, un partido que promete una oposición fuerte y que se tuvo así su primera victoria, según los analistas.