EL MUNDO › ANNAN, EL ENVIADO DE LA ONU, SE REUNIó CON EL PRESIDENTE RUSO PUTIN EN EL KREMLIN
El canciller ruso Sergei Lavrov dijo que los diplomáticos occidentales estaban tratando de “chantajear” a Rusia para que firmara una resolución de condena y que incluyera sanciones en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
› Por Shaun Walker *
Desde Moscú
Mientras las fuerzas usaban helicópteros ayer para atacar a los rebeldes en Damasco, capital de Siria, los esfuerzos diplomáticos para encontrar una salida a la impasse internacional sobre Siria no parecían estar cercanas a una solución. El enviado de la ONU, Kofi Annan, dejó las conversaciones con el presidente Vladimir Putin en el Kremlin ayer a la tarde, formulando sólo breves comentarios de que esperaba que el Consejo de Seguridad de la ONU pudiera acordar una nueva resolución sobre Siria.
“Hemos apoyado y seguimos apoyando sus esfuerzos por restaurar la paz”, le dijo Putin a Annan. Y agregó que Rusia hará todo para que se pueda aplicar el plan de paz de Annan para Siria, que debía comenzar con una tregua que fue ignorada desde que entró en vigor en abril, según informó el Kremlin en un comunicado. Más tarde, el canciller ruso, Sergei Lavrov, sostuvo que no veía “ninguna razón” que impidiera llegar a un acuerdo en el Consejo de Seguridad, que en esencia debe votar para renovar el mandato de una misión de 300 observadores de la ONU que fueron enviados a Siria para supervisar el alto el fuego del plan de Annan.
Pero Rusia y China se han negado repetidamente a apoyar resoluciones vinculantes sobre Siria o a pedirle al presidente Bashar Al Assad que renuncie, y había pocas señales ayer de que esta posición hubiera cambiado. A medida que los esfuerzos diplomáticos se desarrollaban, la lucha continuaba, con choques en y alrededor de Damasco que cobraban nueva intensidad.
Las explosiones se podían oír ayer en la capital, con combates en por lo menos cuatro barrios de la ciudad. Activistas opositores reportaron un intenso tiroteo cerca de la céntrica plaza damasquina de Sebaa Bahrat, que está rodeada por varios edificios oficiales y donde el gobierno del presidente Bashar Al Assad convocó a varias manifestaciones masivas de apoyo para contrarrestar la revuelta que enfrenta desde marzo de 2011.
Las fuerzas del régimen, apoyadas por helicópteros con ametralladoras, atacaban a los rebeldes, y ayer por la noche hubo informes de que un helicóptero había sido derribado.
Los activistas esperan que su operación puede resultar fundamental en su lucha de 17 meses para derribar al presidente Al Assad. El régimen, sin embargo, mostraba una imagen distinta. “Lo que sucede es que algunos elementos armados se infiltraron en Damasco y trataron de hacer una movida. Pero las fuerzas de seguridad los rodearon y todavía están luchando contra ellos, le dijo a Reuters el ministro de Información sirio, Omran Zoabi.
Mientras, en Moscú, Annan pidió una vez más ponerle fin a la violencia, antes del voto del Consejo de Seguridad de la ONU de hoy sobre un borrador de la resolución apoyada por Occidente. Todas las grandes potencias dicen que apoyan el plan de paz de Annan, pero hay diferentes ideas sobre la mejor manera de lograrlo. El borrador respaldado por Occidente pide sanciones para Siria bajo el capítulo 7 del estatuto de la ONU, que eventualmente puede llevar a usar la fuerza militar. Rusia y China han dicho que esto es inaceptable, con el canciller ruso Sergei Lavrov manifestando el lunes que los diplomáticos occidentales estaban tratando de “chantajear” a Rusia para que firmara la resolución.
En China, el People’s Daily publicó ayer un editorial que criticaba la intervención. “Varias guerras en el siglo prueban que ‘promover la democracia’ y el ‘humanitarismo’ son sólo un pretexto para que las potencias extranjeras logren ganancias privadas”, escribió el diario, conocido como un vocero del Partido Comunista, antes de una reunión que se llevó a cabo hoy entre el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente chino Hu Jintao.
En Jordania, el canciller británico William Hague visitó a los refugiados sirios y se negó a descartar una intervención militar. “Aquellas naciones que pudieran bloquear una resolución del Consejo de Seguridad deben considerar que, si lo hacen, serán responsables por el caos y el derramamiento de sangre que empeora en Siria”, dijo Hague.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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