EL MUNDO › KOFI ANNAN DESCRIBIO SU TAREA COMO IMPOSIBLE Y CULPO A LAS POTENCIAS DEL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU
El enviado de Naciones Unidas logró reunir el apoyo de Rusia y Occidente para su plan de seis puntos de Siria. Pero, a pesar de la presencia de observadores de la ONU, la violencia escaló hasta llegar a una guerra civil.
› Por Loveday Morris *
Con su plan para finalizar esta orgía de sangre, Kofi Annan dejó ayer de ser un enviado de paz para Siria, describiendo su tarea como imposible y dejando los esfuerzos diplomáticos carentes de timón. El enviado de la ONU-Liga Arabe condenó el punto muerto de la comunidad internacional y culpó al Consejo de Seguridad de la ONU por su partida. Aunque muchos consideren su misión como un cáliz envenenado, los analistas dicen que no tuvo el músculo necesario para promover una resolución.
“Anuncio con hondo pesar la renuncia del enviado especial para Siria, Kofi Annan”, expresó Ban Ki-moon en un comunicado, en el que lamentó la marcha de su predecesor en la ONU, mientras continúa “la espiral de violencia” en Siria. El máximo responsable de Naciones Unidas, que trabaja ya con la Liga Arabe para seleccionar al sucesor de Annan, responsabilizó “a las divisiones persistentes en el Consejo de Seguridad” de haberse convertido en “un obstáculo para la diplomacia, haciendo el trabajo del mediador mucho más difícil”.
El laureado Premio Nobel inicialmente logró reunir el apoyo de Rusia y Occidente para su plan de seis puntos de Siria. Pero a pesar de la presencia de observadores de la ONU en el terreno, la violencia escaló hasta llegar a una guerra civil, con divisiones en el Consejo de Seguridad, evitando cualquier censura significativa del régimen sirio mientras ignoraba sus compromisos con el cese de fuego. Miles han muerto desde que el gobierno sirio dijo que aceptaría el plan de Annan en marzo. Ayer, el diplomático dijo que no quería seguir en su puesto después que expire su mandato a fin de mes.
Más relatos de ejecuciones masivas surgieron ayer, y se informó de la muerte de 77 personas en los suburbios de Damasco de Yaida y Jdeidet Artouz, mientras el régimen alardeaba de que habían muerto y arrestado a docenas de militantes. “Cuando el pueblo sirio necesita desesperadamente acción, se sigue señalando e insultando en el Consejo de Seguridad”, dijo Annan en una conferencia de prensa en Ginebra. “Es imposible para mí o para cualquiera forzar al gobierno sirio y a la oposición a dar los pasos necesarios para llevar a cabo el proceso político. Como enviado, quiero la paz más que los protagonistas, más que el Consejo de Seguridad o la comunidad internacional, para el caso.”
La reputación de Annan recibió un golpe desde que tomó la responsabilidad de ser enviado de Siria en febrero. Elegido para el rol debido a su historia de trabajar con el presidente Bashar al Assad, Annan se convirtió en el blanco de vitriolo en las calles de Siria, donde los manifestantes han ventilado sus frustraciones gritando contra su plan y sosteniendo que le dio al régimen más tiempo para matar. El mes pasado hubo protestas en todo el país para pedir la remoción de Annan, “un sirviente de Al Assad e Irán”. El ex secretario general de la ONU no es un extraño a la controversia, habiendo encabezado el departamento de paz de la ONU durante las masacres en Ruanda y Bosnia.
“Es un hombre de peso que tiene la habilidad de reunir a los líderes internacionales, pero la situación en Siria es única y brutal”, dijo Salman Shaikh, un experto en Siria en la institución Brookings. “Enfrentado a una creciente mortandad, esta situación requería desde el comienzo de mucha diplomacia muscular, y Kofi Annan es un conciliador.” Ayer, Annan dejó en claro que era el régimen sirio el que merecía la culpa por el fracaso del plan de paz, debido a su continua intransigencia. El diplomático también criticó a Rusia y a China por sus vetos al Consejo de Seguridad.
Mientras el primer ministro británico, David Cameron, se reunía con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Londres para presionarlo sobre su posición con Siria, Moscú dijo ayer que bloquearía otro borrador de resolución sobre Siria armado por Arabia Saudita, que removió las amenazas de sanciones y un llamado a Al Assad para que diera un paso al costado.
Con el plan de Annan muerto y los esfuerzos en el Consejo de Seguridad de la ONU embistiendo una pared de ladrillos, la comunidad internacional está considerando canales alternativos para promover el cambio, mientras el gobierno y los rebeldes están encerrados en una batalla mortal en la ciudad de Alepo.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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