Por Justin McCurry
y Julian Borger
Desde Osaka y Washington

Según funcionarios norteamericanos, el presidente George Bush pidió ayer a Japón que opere como conducto diplomático con Irán en un intento por disipar las tensiones entre Estados Unidos e Irán sobre “la guerra contra el terrorismo”. Estos funcionarios dijeron que Bush, que está en Tokio en la primera escala de su gira por tres países de Asia, solicitó al premier japonés Junichiro Koizumi que use los contactos diplomáticos de Japón con Irán para persuadir a los moderados en el gobierno en Teherán sobre su supuesto apoyo con armas a grupos terroristas. Pero el canciller iraní Kamal Jarrazi dijo que Bush, al ubicar a Irán dentro del “Eje del mal”, torpedeó cualquier posibilidad de mejorar las relaciones entre ambos países.
“Los norteamericanos demostraron que no son confiables. Por un lado, hablan sobre diálogo, y por el otro nos amenazan”, declaró Jarrazi, considerado como una de las voces moderadas del régimen iraní. “Primero tienen que decidirse. En cualquier caso, en esta etapa no hay posibilidad de establecer un diálogo.” En su discurso sobre el estado de la Unión del 29 de enero, Bush dijo que Irán, Irak y Corea del Norte constituyen el nuevo “Eje del mal”. Y evidentemente este asunto fue el foco principal de las conversaciones de ayer con el gobierno japonés, que ya expresó su preocupación de que la retórica belicosa de Bush mine los intentos de acercamiento entre Corea del Sur y Corea del Norte.
Sin embargo, en la medida en que es uno de los principales compradores del petróleo iraní, Japón también tiene un interés marcado en desviar a Irán de la mirada de Estados Unidos. Firmas japonesas mantienen la prioridad en las licitaciones de los derechos para desarrollar la explotación de petróleo en Irán, y el gobierno japonés ha apoyado firmemente la política reformista del presidente iraní Mohammad Jatami. En octubre de 2000, Jatami fue el primer líder iraní en visitar oficialmente Japón.
Ayer, Koizumi dijo que Japón continuará apoyando a Estados Unidos en la “guerra contra el terrorismo”, pero sugirió que no sería conveniente una escalada significativa en la campaña. “La declaración sobre ‘el Eje del mal’ fue una expresión de Bush sobre la determinación resuelta de Estados Unidos contra el terrorismo, y creo que Bush fue bastante prudente acerca de Irak, Irán y Corea del Norte”, dijo Koizumi. “Japón adhiere a la intención de erradicar el terrorismo, en cooperación con Estados Unidos y la comunidad internacional, pero también obedecerá a su propia iniciativa.”
Por su parte, Bush reaccionó con irritación a las preguntas de los periodistas sobre la preocupación internacional acerca de una política exterior norteamericana cada vez más unilateral. Cuando se le preguntó acerca de los comentarios del canciller francés Hubert Védrine, que dijo que la cuestión del “Eje del mal” era “simplista”, Bush respondió: “Se pueden decir muchas cosas, pero los líderes con los que hablé entienden exactamente lo que tiene que ocurrir de aquí en más”.