EL MUNDO
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Ay, se me lengua la traba
A George Bush, una vez más, se le trabó la lengua. Luego de su reunión con el premier japonés Junichiro Koizumi, se refirió a “la cuestión de la devaluación”. Muchos se sorprendieron. Después, funcionarios de la Casa Blanca salieron a decir que Bush, en realidad, quiso decir “la cuestión de la deflación”. El yen recuperó su valor durante la jornada de ayer sólo después de que la gaffe de Bush fue corregida. Bush no es el primer presidente norteamericano que habla sobre los tipos de cambio sin saber lo que está diciendo. En 1987, en la cumbre del Grupo de los Siete en Venecia, Ronald Reagan había dicho que su país estaba comprometido con un dólar estable, pero después había agregado que “es razonable incluso que el nivel del dólar pudiera descender en relación a otras monedas”. En aquel entonces, los funcionarios de la Casa Blanca tuvieron que salir a decir por todas partes que Reagan realmente quería referirse a un dólar estable. Además de la gaffe sobre la devaluación-deflación, los analistas económicos consideraron ayer que la visita de Bush a Japón sólo apuntó a levantar la escasa popularidad de Koizumi y que no ayudó en nada a buscar alguna solución a la prolongada recesión japonesa. “No estoy aquí para dar consejos. Estoy aquí para dar apoyo. Tengo confianza en el liderazgo de Koizumi, en su estrategia y en su determinación para implementar esta estrategia. Y cuando lo haga, estoy seguro de que ayudará mucho a que la economía de Japón levante cabeza”, declaró ayer Bush.
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