El gobierno de Brasil produjo novedades en dos frentes. En el primero, el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) separó de su bloque de diputados a dos parlamentarios que difundieron un video sobre un discurso de Lula de hace 15 años con el que intentaron constatar que ha habido un cambio en el planteo político de su líder. En el segundo frente, el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó la ocupación de haciendas por parte del Movimiento Sin Tierra (MST) y enfatizó la necesidad de una reforma agraria.
Joao Fontes y Luciana Genro, los dos legisladores del ala más radical del PT, difundieron una cinta, grabada en 1987, en la que Lula atacaba la reforma previsional del entonces presidente José Sarney (1985-1989). En ese video, Lula califica como “un gran ladrón” a Sarney, ahora titular del Congreso. Fontes, un abogado del estado nordestino de Sergipe, y Genro, militante de Río Grande do Sul, entregaron el video a un periodista del diario Folha de San Pablo, en un intento de fundamentar el giro político de Lula. Tanto Fontes como Genro se oponen al proyecto de reforma al sistema de jubilaciones y pensiones, que eleva la edad de retiro de los empleados estatales –55 años las mujeres, 60 los hombres– y establece un impuesto del 11 por ciento en las jubilaciones para eliminar el déficit del sector. Joao Fontes es el titular de la Comisión de Constitución y Justicia que tiene el debate de la reforma previsional. El caso de los dos petistas fue encaminado ayer a la comisión de Etica del partido, que determinará si Fontes y Genro serán expulsados del partido.
En el otro “frente”, Lula salió a criticar las ocupaciones de haciendas impulsadas por los campesinos del MST y reivindicó la necesidad de una reforma agraria “pacífica”. “No es posible imaginar que en un país de este tamaño, con la cantidad de tierra que tiene, sea necesaria una ocupación con violencia contra quien sea”, enfatizó el presidente. Esta semana, el MST invadió un ingenio azucarero en el estado nordestino de Pernambuco, una agencia bancaria en Alagoas, también en el nordeste y una alcaldía en Matto Groso.
“Para hacer justicia social en este país no se necesita ninguna pelea”, dijo Lula para aflojar tensiones con sus antiguos aliados.