A una semana de las presidenciales, el presidente venezolano, Hugo Chávez, aseguró ayer que es imposible que pierda las elecciones. Los sondeos, que en su mayoría lo dan como ganador, muestran que aún queda una porción del electorado que no definió su voto.

En plena cuenta regresiva para los comicios electorales, y con el presidente Hugo Chávez y el opositor Henrique Capriles Radonski como protagonistas, el mandatario se jugará la chance de quedarse otros seis años en el Palacio de Miraflores. Chávez estuvo el viernes en Monagas, ayer en Miranda –de donde fue gobernador justamente su principal rival– y estará hoy en Zulia, uno de los estados más ricos del país y tradicionalmente opositor con el objetivo de fortalecer el llamado “voto duro” del oficialismo y de sumar más, para llegar a la “victoria perfecta” que promocionan sus afiches y que implica 10 millones de sufragios.

“No perdemos nosotros. No perdemos, está seguro, más seguro que el satélite Miranda que esta allá a 600 kilómetros. Es imposible que perdamos: ése es nuestro destino”, aseguró Chávez ayer antes de iniciar un recorrido en caravana por la población de Guarenas, en el estado Miranda (este). El mandatario aseveró que el pueblo venezolano, el 7 de octubre, seguirá siendo invicto. “No perdemos con nadie”, insistió. Además, alertó a la derecha sobre una supuesta reacción del pueblo de llegar a aplicar “el paquetazo”. Dijo que puede volver a ocurrir un “Caracazo o un Guarenazo” si la oposición llega a aplicar medidas neoliberales. Más temprano, el presidente visitó la zona popular de Petare (este) para inspeccionar la estación 19 de abril del cable-tren que ayer inició la fase de prueba. “Siempre estoy pensando cómo se les hace justicia a los pobres, uno está cumpliendo el mandato de Cristo”, dijo tras dar la orden de arranque de la máquina. Y afirmó que busca las mejores condiciones de igualdad. “El capitalismo condenó a los pobres a los cerros, ésa es la burguesía, pero ellos tienen sus carrotes y el pueblo escalinatas, pobreza y miseria”, agregó. En lo que queda hasta el jueves, el presidente repetirá los actos pequeños de los últimos meses, reforzará su presencia en los medios y tendrá seguramente un gran acto de cierre, cuyos detalles por ahora las autoridades del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) mantienen en secreto. En el poder desde 1999 y ganador de dos reelecciones, para Chávez parte el desafío es sortear el desgaste que supone una gestión de 14 años y determinar con qué base prometer más gestión para otro mandato de seis años.

A Capriles Radonski, en tanto, le toca la aspiración de absorber a sectores desencantados del chavismo y penetrar en las capas bajas y medias-bajas, donde el mandatario pisa fuerte. Con esa idea estuvo el viernes en Trujillo y Guarico. Pero la apuesta fuerte del candidato de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) está en el golpe de efecto que espera que signifique el acto de cierre de hoy, con caravana y discurso sobre la emblemática avenida Bolívar de Caracas. Capriles Radonski juega, precisamente, con la idea de que Chávez ya no tenga nada qué ofertar al pueblo, y que es necesario “un nuevo tiempo” y que los votos “silenciosos” finalmente lo pondrán en el Palacio Miraflores. “Todo lo que he logrado ha sido con votos”, destacó el ex gobernador de Miranda.

Al final de la campaña –que comenzó el 1º de julio– se llega sin el debate que el candidato de la MUD propuso varias veces y que Chávez rechazó siempre. Quizá por eso parte de las discusiones se dio entre los encuestadores, que juegan su prestigio en sus vaticinios. La enorme mayoría da como ganador con cierta comodidad al presidente, apenas unas pocas muestran un resultado apretado a favor de Chávez y únicamente dos apostaron a la victoria de la oposición. Más allá de a quién dan como ganador, todos los sondeos muestran que aún queda una porción del electorado que no definió a quien dará su respaldo el primer domingo de octubre. Parte de la pulseada electoral se juega en las redes sociales. Desde hace algunos días, los conceptos de “endíaslavictoriaperfecta”, impulsada por el oficialismo, y “hayuncamino”, de la MUD, son hashtags, esto es, temas y palabras que están entre los más utilizados en la red Twitter.

Para la compulsa del domingo habrá 14.025 centros electorales, en los que se ubicarán 38.236 mesas, preparadas para recibir a los 18.903.143 venezolanos habilitados para votar. Cada uno tendrá seis minutos para estar frente a la máquina, elegir su candidato, firmar y dejar su huella ante las autoridades. Además de Chávez y Capriles Radonski, compiten con nulas chances, el sindicalista Orlando Chirinos, por Socialismo y Libertad, la empresaria María Bolívar por el Partido Democrático Unidos por la Paz, la educadora Reina Sequera, por Poder Laboral, el ingeniero Luis Reyes por la Organización Renovadora Auténtica, y Yoel Acosta Chirinos, ex compañero de armas de Chávez, por Vanguardia Bicentenaria Republicana.