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Agárrenme que lo mato
La escalada continúa en el Extremo Oriente, aunque hasta ahora son sólo palabras. El presidente George W. Bush dijo ayer que está de acuerdo con el primer ministro japonés Junichiro Koizumi (reunidos en Texas, foto), en que “no tolerarán armas nucleares en Corea del Norte”, al avanzar en los esfuerzos estadounidenses de crear un frente unido en la región. “El primer ministro y yo vemos el problema exactamente de la misma forma. No toleraremos armas nucleares en Corea del Norte. No cederemos al chantaje. No aceptaremos nada menos que la eliminación completa, verificable e irreversible del programa de armas nucleares de Corea del Norte”, dijo Bush a la prensa. Ninguno de los dos mandatarios expresó pasos específicos a seguir, pero ambos estuvieron de acuerdo en que Japón y Corea del Sur deberían unirse a las conversaciones que comenzaron el mes pasado en Pekín entre China, EE.UU. y Corea del Norte. Pero esta mesa de negociaciones ha sido hasta ahora una mesa de, precisamente, chantaje. La última ronda colapsó cuando el representante norcoreano comentó casualmente en una cena que su país estaba fabricando armas nucleares.