EL MUNDO › HABLA SUN HONGBO, DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS DE LA ACADEMIA CHINA DE CIENCIAS SOCIALES
A pesar de las señales positivas, los críticos de la relación de América latina con China notan rasgos del viejo modelo colonialista basado en la exportación de materias primas e importación de productos con valor agregado.
› Por Marcelo Justo
La nueva cúpula dirigente china que será nombrada este jueves y que regirá el destino de China en los próximos diez años asume el poder en un momento crítico de la economía mundial. En medio de la crisis del mundo desarrollado y el enfriamiento de la economía china, la relación del gigante asiático con América latina parece seguir viento en popa. Entre 2001 y 2011, el comercio creció un 30 por ciento anual: el año pasado rondó los 24 mil millones de dólares. Pero no todas son rosas. Según los críticos, en la relación con China se notan rasgos del viejo modelo colonialista basado en la exportación de materias primas e importación de productos con valor agregado. Página/12 dialogó sobre el tema con el profesor del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales, Sun Hongbo.
–En junio, durante su visita a cuatro países de América latina, el premier chino, Wen Jiabao, propuso duplicar los intercambios y dio el puntapié inicial a un tratado de libre comercio con el Mercosur. Al mismo tiempo, los principales socios comerciales de China –Estados Unidos, la Unión Europea y Japón– tienen serios problemas económicos que muy probablemente les llevará años resolver. ¿Se puede decir que esta es una de las razones por la que China ha aumentado su interés en América latina?
–La actual crisis económica mundial ha creado oportunidades estratégicas para que China y América latina refuercen sus relaciones. Si uno compara la relación actual con la que había antes de la crisis de 2008, es obvio que los lazos con la región se han intensificado. Pero China siempre ha adoptado una perspectiva estratégica en su relación con América latina. Este interés quedó claramente explicitado en el discurso del premier Wen Jiabao a la Cepal en junio, cuando anunció el establecimiento del fondo de cooperación China-América latina por más de 15 mil millones de dólares. A nivel comercial, el volumen del intercambio China-América latina registró el año pasado un incremento de casi el 100 por ciento respecto de 2009. A nivel de inversión llegó a alrededor de 54 mil millones de dólares a fines de 2011. A esto se suman los préstamos comerciales del Banco de Exportación e importación chino y del Banco de Desarrollo chino, que firmó líneas crediticas con 12 países latinoamericanos para más de 60 proyectos de desarrollo e infraestructura.
–A pesar de esta importancia estratégica, lo cierto es que Estados Unidos, la UE y Japón representan dos terceras partes del consumo mundial. América latina no puede competir con eso.
–No cabe duda de que el consumo de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón es muy importante, pero al mismo tiempo hay un desplazamiento del centro de gravedad de las economías industrializadas a las emergentes. Esta transición va a tomar tiempo. Tanto en China como en América latina ha habido una notable expansión de la clase media que implica que el consumo doméstico va a tener un papel mucho más importante. A esto hay que añadir que tanto China como América latina tienen ciertas ventajas como para avanzar hacia productos de mayor valor agregado a pesar de la dependencia de América latina de sus productos primarios.
–Los grandes destinatarios de préstamos chinos son Venezuela, Brasil, Argentina y Ecuador. Las prioridades chinas parecen claras en este listado: energía y alimentos. ¿No está China reforzando una primarización económica de América latina?
–Las relaciones entre China y América latina son a la vez complementarias y de competencia. China no aspira a tener un superávit comercial con América latina, sino una relación equilibrada y sostenible. En términos de recursos naturales como el cobre, petróleo, carne y la soja, China va a continuar siendo un gran importador de América latina. En este sentido creo que habría que enfocar más precisamente el tema. El problema no es tener recursos naturales, sino qué hacer con ellos. En toda industria, incluida la de los productos primarios, puede haber un alto desarrollo tecnológico. Un reto para los países latinoamericanos es la plena explotación de ese potencial. Tomemos como ejemplo el litio. Argentina, Chile y Bolivia exportan litio como materia prima, mientras que Japón, Corea del Sur y Estados Unidos lo utilizan en todo su valor agregado para la industria de las baterías. Por supuesto que hay sectores como el textil, juguetes, zapatos y piezas de automóviles en los que hay competencia. China es consciente de eso. Pero creo que China y América latina pueden potenciar las cadenas de valor agregado global reforzando la inversión directa en el interior de una industria.
–En 2010 la China Petrochemical Corp pagó más de dos mil millones de dólares por la Unidad de la Occidental Petroleum Corp en Argentina. Este año Argentina nacionalizó YPF y cuenta con importantes reservas de petróleo de esquisto (shale oil). ¿Cree que va a haber más inversión china en petróleo?
–Latinoamérica no es la más importante fuente de petróleo, hoy representa un 8 por ciento de las importaciones que hace China. Venezuela, Brasil y Ecuador representan el 80 por ciento de la inversión china en la industria petrolera latinoamericana. Las compañías chinas tienen mucho interés en suministrar asistencia técnica, equipo y ayuda financiera. Es también posible que aumente el interés de las compañías en el sector energético. En términos específicos de petróleo de esquisto, China no tiene una ventaja comparativa a nivel técnico respecto de países occidentales.
–¿Ve posible un tratado de libre comercio entre Mercosur y China?
–La declaración conjunta de China y el Mercosur proponía seis iniciativas que no incluían el tema del tratado de libre comercio. Este se abordó en la videoconferencia que el premier Wen Jiabao tuvo con los líderes del Mercosur en junio. Me parece prematuro hablar de tratado de libre comercio. Se va a necesitar que los miembros del Mercosur tengan una mayor coordinación y consenso sobre este tema. Es muy probable que haya fuertes resistencias del sector industrial del Mercosur. Hay mucho por recorrer.
–¿Cree usted que el creciente interés que mostró China durante la gira en junio del primer ministro Wen Jiabao es una política de Estado? ¿Puede haber cambios con la elección de esta nueva cúpula del Partido Comunista?
–El premier Wen Jiabao formuló en su discurso ante la Cepal la política de Estado china sobre América latina. No habrá cambios en esta política con la nueva cúpula dirigente.
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