EL MUNDO › PRESENTO SU PLAN PARA ESCAPARLE AL PRECIPICIO FISCAL, PERO DIJO QUE ES FLEXIBLE
Obama invitó a los líderes de ambos partidos a empezar a construir consensos sobre los problemas, pero anunció que vetará cualquier ley que implique ampliar las rebajas fiscales al dos por ciento más rico de la población.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer que quiere combinar un recorte del gasto con un incremento impositivo a los ricos. La iniciativa, que incluye una reducción de las tasas que gravan a los más pobres, busca disminuir el déficit público y reactivar la economía.
En su primer discurso luego de haber sido reelecto el martes, el mandatario convocó a los líderes demócratas y republicanos en el Congreso, a una reunión durante la semana en la Casa Blanca para construir un consenso teniendo como prioridad el empleo y el crecimiento. “Tenemos que combinar recortes de gastos con ingresos y eso significa pedir a los estadounidenses más ricos que paguen un poco más de impuestos”, subrayó Obama. Acompañado por su vicepresidente, Joe Biden, el mandatario se declaró abierto al compromiso, pero también hizo hincapié en que no aceptará ningún plan de reducción del déficit que no sea equilibrado. “No estoy casado con cada detalle de mi plan”, sostuvo. En su alocución desde la Casa Blanca, el reelecto presidente añadió que los comicios del martes pusieron de manifiesto que la mayoría de los estadounidenses está de acuerdo con sus planteamientos. “Los estadounidenses quieren cooperación, consenso y sentido común. Pero sobre todo quieren acción”, indicó Obama. A tres días de haber logrado otros cuatro años más de gobierno, el líder demócrata afirmó que no va a pedir a los estudiantes, personas mayores y a la clase media que pague todo el déficit mientras a la gente como él, que gana más de 250 mil dólares al año, no se le pide que pague ni un centavo más en impuestos. “Vamos a extender los recortes de impuestos a la clase media ahora mismo”, destacó.
Obama dejó claro que su prioridad era evitar el temido precipicio fiscal en el que caería Estados Unidos si republicanos y demócratas no acuerdan en el Congreso medidas para reducir el déficit a largo plazo antes de que acabe el año. “Si somos serios, tenemos que combinar recortes de gastos con ingresos y eso significa pedir a los más ricos que paguen más impuestos”, explicó. Con esa intención, el presidente invitó a los líderes de ambos partidos a empezar a construir consensos sobre los problemas que, consideró, sólo pueden resolver juntos. “Nuestro trabajo es lograr una mayoría en el Congreso para reflejar el deseo de los estadounidenses”, dijo.
Después de la intervención de Obama y en una conferencia de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, declaró que el presidente vetará cualquier ley que implique ampliar las rebajas fiscales al dos por ciento más rico de la población. Ese mismo porcentaje de la población se vio beneficiado con un gigantesco descuento fiscal durante la presidencia de George W. Bush, el predecesor de Obama en la Casa Blanca.
Los republicanos –quienes se han opuesto tenazmente a un incremento de los impuestos a los ricos– controlan la Cámara de Representantes, mientras que los demócratas son mayoría en el Senado, lo que obliga a un entendimiento entre los dos partidos para sacar adelante las leyes. En ausencia de un acuerdo bipartidista, en enero entrarían en vigor recortes automáticos en el presupuesto y eso coincidiría con el fin de las exenciones impositivas del gobierno del ex presidente George W. Bush, una combinación que los expertos consideran que sería fatal para la primera economía mundial. Poco antes de las declaraciones del presidente, el líder de los republicanos en la Cámara baja, John Boehner, lo instó a liderar las negociaciones para un acuerdo de reducción de la deuda que evite subidas de impuestos que, a su juicio, ralentizarán la creación de empleo. Boehner afirmó en conferencia de prensa que Obama tiene una oportunidad para liderar las negociaciones y reiteró su voluntad para llegar a un acuerdo con la Casa Blanca. “Esta es una oportunidad de liderar para el presidente. Este es su momento para comprometer al Congreso y trabajar hacia una solución que pueda ser aprobada por las dos Cámaras”, agregó Boehner desde el Capitolio.
El jueves, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) indicó que la economía estadounidense podría sufrir una recesión en la primera mitad de 2013 debido al fiscal cliff (precipicio fiscal). La combinación de recortes e impuestos más altos reduciría el déficit hasta la segunda mitad del año que viene en unos 500 mil millones de dólares. Sin embargo, esto haría achicar la economía en un 0,5 por ciento en 2013 y subiría la tasa de desempleo al 9,1 por ciento para fines del mismo año, según la CBO.
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