Los nacionalistas catalanes del presidente regional en funciones, Artur Mas, llegaron ayer a un acuerdo con los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) por el que se prevé la celebración de una consulta de autodeterminación antes de dos años. Fuentes cercanas a las negociaciones que ambas formaciones políticas mantienen tras las elecciones de noviembre, de cara a un eventual pacto, informaron ayer que han logrado un principio de acuerdo para que la consulta tenga lugar, sin concretar una fecha definitiva.

Los nacionalistas de centroderecha de Convergència i Unió (CiU), que lidera Mas, ganaron las elecciones autonómicas celebradas el pasado 25 de noviembre. Pero cedieron terreno al perder doce escaños y se quedaron muy lejos de la mayoría absoluta que buscaban, lo que los obliga a pactar con otras fuerzas para poder gobernar.

Los independentistas de ERC doblaron su presencia, con 21 escaños. CiU y ERC alcanzaron el principio de acuerdo a partir de un borrador compartido para que el pacto de estabilidad parlamentaria incluya la consulta de autodeterminación antes de 2015. Aunque el borrador fue consensuado por ambos partidos, según las mismas fuentes, no puede ser considerado todavía como un texto definitivo.

Además aún deben alcanzar un acuerdo en la otra comisión negociadora que aborda las materias económicas y presupuestarias. ERC, una formación de izquierda e independentista, no comparte la política de recortes y austeridad aplicada por el gobierno de Artur Mas, vinculado con el centroderecha. Asimismo, en el borrador acordado no se especifica cómo se articulará legalmente el referéndum o consulta ni qué pasos se darán para que sea posible llevarlo a cabo.

Artur Mas, que tenía una holgada mayoría de 62 diputados en un parlamento de 135 escaños, se quedó con 50 parlamentarios tras adelantar dos años los comicios para iniciar un proceso que contempla la convocatoria de un referéndum sobre el estatus futuro de Cataluña respecto de España. Pero el tiro le salió por la culata y la gran beneficiada de las elecciones fue ERC, que pasó de tener 10 escaños a quedarse con 21, la segunda fuerza parlamentaria catalana, desplazando de esa posición al Partido Socialista, que se quedó en 20 escaños al perder ocho diputados.

Por su parte, el secretario general del partido gobernante CIU, Oriol Pujol, denunció lo que llamó una invasión del gobierno central en las competencias autonómicas de Cataluña y calificó el proyecto de ley del ministro Wert como un ataque al catalán. Oriol Junqueras, líder de ERC, afirmó que las decisiones del gobierno español nos obligarán a tomar posiciones de resistencia para defender nuestro modelo educativo.

El gobierno de CiU llevó a cabo en Cataluña drásticos recortes sociales para reducir el déficit, lo que provocó un fuerte malestar y una serie de movilizaciones en los meses anteriores a los comicios, en los que tuvo que recurrir a la ayuda de un fondo de rescate creado por el Ejecutivo español para ayudar a las comunidades autónomas con problemas de financiación.

El gobierno español recordó a Mas cuando presentó su plan de convocar un referéndum que esa consulta no está contemplada dentro de la Constitución, por lo que no sería legal.